El Ministerio de Economía se sumó íntegramente a la campaña con una tarea tan complicada como sumar votos: la de convencer al empresariado sobre el plan económico, en medio de los días de mayor volatilidad que enfrentó el oficialismo.
Los recorridos del equipo económico se mantuvieron incluso durante el viaje del ministro de Economía, Luis Caputo, a Estados Unidos para avanzar en las negociaciones por el swap y la línea de asistencia financiera, que suman en conjunto u$s 40.000 millones.
El ministro se sumó a las gestiones de su equipo cuando llegó a Argentina. Este martes el sector financiero tuvo una convocatoria en el Palacio de Hacienda que, aunque fue de carácter «institucional», coincidió con el anuncio del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, sobre la recompra de deuda.
Hoy, Caputo será recibido por la Bolsa de Comercio de Córdoba, cuna de las gestiones liberales en el país y bastión que el oficialismo busca retener con la bajada del presidente Javier Milei que se dio ante ayer.
Las rondas empezaron antes del viaje y tuvieron un punto álgido durante el coloquio de IDEA, donde asistieron a almuerzos con empresarios el secretario coordinador de Energía, Daniel González, y su par de Producción, Pablo Lavigne, entre otros funcionarios como Patricia Bullrich y Sandra Pettovello.
El objetivo es presentar algo así como un «nuevo plan económico», como lo describió un empresario, que se sustente en las reformas estructurales que tiene el Gobierno en la mente y que entrarán al Congreso una vez pasadas las elecciones: la tributaria y la laboral.
Mientras que la tributaria está en cabeza del equipo económico y el propio ministro de Economía aseguró que implicará la eliminación de impuestos y la baja de otros, la laboral pertenece a la cartera de Federico Sturzenegger, y no de la de Julio Cordero, secretario de Trabajo. Este último planteó a los empresarios que está todo sobre la mesa de negociación para la reforma, mientras que otros aseguran que la reforma entró en instancias de validación. Por parte de la tributaria, la vocería está en manos, por ahora, de los asesores de Caputo, Federico Furiase, Martín Vauthier y Felipe Núñez, junto con el titular de ARCA, Juan Pazo. Ninguna es excluyente.
La semana pasada la visita fue a la Bolsa de Comercio de Rosario, donde asistieron con el candidato a diputado nacional de La Libertad Avanza, Agustín Pellegrini. El presidente de la Bolsa, Miguel Simioni, recibió al equipo económico rodeado de empresarios del sector.
La conversación giró en torno a la situación macroeconómica, que atraviesa sus semanas de mayor tensión, el programa fiscal y monetario. Además, se habló del financiamiento: la suba de las tasas de interés no le escapó a ninguna conversación y tensiona sobre los que necesitan crédito para impulsar a una actividad económica que entró en un ciclo recesivo. En el caso del agro, los insumos dolarizados y la molestia que generó la eliminación temporal de retenciones que no se terminó de trasladar a los productores ayudaron a posicionar el tema de las tasas. ARCA atendió a uno de los planteos y lanzó un guiño con la simplificación de la importación de fertilizantes y enmiendas a través de la Ventanilla única de Comercio Exterior.
La entidad que conduce Simioni destacó la importancia de «sostener espacios de diálogo público-privado que promuevan previsibilidad, reglas claras y desarrollo económico en toda la cadena agroindustrial y de servicios». En línea con el planteo que se desprende de las negociaciones con Estados Unidos y el FMI, centradas en la necesidad de que el Gobierno gane apoyos para impulsar las reformas.
El equipo económico repitió la ronda el martes junto a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
Uno de los temas que se coló en la agenda fue la evasión fiscal en el sector con declaraciones apócrifas, algo no menor y que gana terreno, en especial de cara a que la presión impositiva de los agroexportadores tuvo un recorte este año, pero que no se espera que continúe a la baja, aunque no descartan que se repita la ventana que se dio en septiembre.
El vicepresidente de la Bolsa porteña, Daniel Assef, contó que el equipo económico explicó «los lineamientos de su política productiva, así como los ejes de modernización y desburocratización sobre los cuales diseñarán la política impositiva y laboral».
Sobre la evasión, Assef además reveló que discutieron la evasión «ya que constituye, más allá de la pérdida para las cuentas públicas, una grave competencia desleal» por el comercio de granos apócrifos. En el sector, los principales tributos que se evaden son IVA, Ganancias, créditos y débitos y aportes patronales. Según analizaron desde IDEA, la evasión de la economía en su conjunto es equivalente a cuatro puntos del producto.
Una garantía salió del lado del oficialismo: la estabilización llega después de las elecciones, con la calma de la tensión cambiaria. La promesa salió el primer día en el que el Banco Central debió vender reservas porque el dólar mayorista tocó el techo de la banda, mientras se presume que el Tesoro de los Estados Unidos volvió a intervenir. No se dieron precisiones sobre el programa cambiario, pero el Gobierno defiende las bandas de flotación.
La reforma laboral no fue la más atendida, aunque se habló de los modelos en análisis, como Chile o Uruguay.
«Por supuesto que reiteramos nuestro histórico reclamo respecto a que los impuestos distorsivos, como los derechos a las exportaciones, deben eliminarse, sabemos que el Gobierno coincide en ello, pero anteponen el objetivo de superávit fiscal», agregó Assef.
El aumento de la recaudación esperada por derechos de exportación para 2026 había levantado la polvareda en el sector. La respuesta oficial fue que se esperaba una muy buena cosecha para el año próximo. Las primeras estimaciones de la Bolsa de Rosario avalan esta hipótesis y espera una cosecha récord para el trigo con 23 millones de toneladas, mientras que para la campaña 2025/2026 en su conjunto se proyectan 146 millones de toneladas.
