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Recuperación salarial y reactivar el consumo son las prioridades

Para los analistas, el triunfo electoral de Javier Milei abre la oportunidad para que el Gobierno avance con las cuentas pendientes y la recuperación económica llegue a la micro.

En ese sentido, reactivar el consumo masivo estancado, encarar reformas estructurales y recuperar el nivel de actividad son tres reclamos con los que insistirá el sector privado en la segunda parte de esta gestión.

Los especialistas apuntan que para reavivar la venta de productos básicos, es clave sostener la baja de la inflación, acompañada de una recomposición salarial, aunque esta tardaría en llegar a los bolsillos. También es fundamental la vuelta del crédito con tasas más accesibles, especialmente para bienes durables.

La baja de las tasas también es vital para que las empresas recuperen capital de trabajo, a la par que la rebaja impositiva y del costo laboral son clave para incentivar la inversión y producción.

“No veo una recomposición salarial en el corto plazo, pero el cambio de expectativas puede dinamizar la demanda de bienes durables, que dependen mayormente del crédito. La victoria le da al Gobierno la oportunidad de encarar asignaturas pendientes para reactivar la economía”, analizó Ricardo Delgado, titular de Analytica.

La caída del riesgo país hará que caiga la tasa de interés interna y se regeneren las condiciones para que retorne el crédito, en particular para las familias, y empiecen a dinamizar nuevamente la actividad, como sucedió en la segunda mitad de 2024”, agregó.

El consumo privado creció 1,4% en septiembre respecto de igual mes de 2024 y aumentó 3,3% en los primeros nueve meses de 2025, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Contra agosto, cayó 0,3%.

Con disparidad entre sectores, los beneficiarios fueron electrodomésticos y autos 0 kilómetro, que vivieron un ‘veranito’ hasta mitad de año con el impulso del financiamiento. También los viajes al exterior y las compras online en plataformas de afuera fueron otros ganadores, con el dólar estable. Del otro lado, el comercio minorista y los supermercados fueron los más perjudicados.

Se sostiene la tendencia a favor de los bienes durables en el consumo de los hogares en detrimento del masivo. Las perspectivas de la leve mejoría del ingreso disponible para lo que resta del año no parecen ser señal de un cambio en esta dinámica”, adelantó la CAC.

Y aunque el consumo masivo creció 4,4% en septiembre contra el mismo mes de 2024, subió 1,8% entre enero y septiembre de este año, recuperación que no alcanza a mitigar la pérdida de 14 puntos con la que cerró 2024, el tercer peor año de los últimos 20. Versus agosto cayó 3,7%, al menor nivel de 2025, según Scentia.

En este contexto, dan por descontado que 2025 terminará con un leve alza y que la reactivación llegaría con más fuerza en 2026. Aún no se atreven a proyectar un crecimiento.

“Este debe venir de la mano del sector privado. Los argentinos tenemos un vasto historial de ‘planes platita’, que acabaron con desastre fiscal e inflación desbordada. Una amplia parte de la población demostró que no quiere volver a eso”, opinó Mario Grinman, presidente de la CAC.

“Con un panorama más despejado para las políticas de orden y transformación, el escenario poselectoral generará mayor confianza, lo que alentará decisiones de consumo e inversión, y afianzará el proceso de desinflación. Es imprescindible que en el Congreso se logren los consensos necesarios para avanzar en las tan necesarias reformas estructurales que nos debemos desde hace demasiado tiempo”, consideró.

Para Aldo Abram, titular de Libertad y Progreso, la cobertura preelectoral en un escenario de incertidumbre hizo que los pesos se volcaran a la compra de dólares y el consumo se resienta. Pasadas las elecciones, la menor demanda de dólares haría que los pesos se vuelquen con más fuerza a la economía.

“Por la incertidumbre sobre si los votos acompañarían al Gobierno, salieron los ahorros y se pasaron a dólares, junto con menos crédito y tasas más altas. Confirmado el apoyo al cambio de rumbo, esperamos que suceda lo inverso: la menor demanda de dólares llevaría a una caída de la cotización, con más financiamiento y una tasa más baja. Ahora, el Gobierno debe buscar consensos para avanzar en las reformas estructurales para hacer más fuerte la reactivación”, cerró.