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Se estrenó un documental sobre la muerte de Fernando Báez Sosa

Netflix estrenó 50 segundos: el caso Fernando Báez Sosauna miniserie documental que reconstruye la muerte del joven en Villa Gesell, durante el verano de 2020. A seis años del hecho que conmovió a toda la Argentina, este producto audiovisual de tres capítulos hace un seguimiento cronológico desde la fecha en que el oriundo de Buenos Aires viaja a la ciudad balnearia con sus amigos, la noche crucial en la que tiene un enfrentamiento con los rugbiers y el desenlace fatal.

Además, el ciclo enseña el relato de algunos de los padres de quienes fueron acusados por el homicidio y que tienen una condena de cadena perpetuaMáximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi. Además, aparecen algunos de los progenitores de aquellos sobre los que recae una pena de 15 años: Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi.

Uno de los primeros en hablar es Mauro Pertossi, padre de Ciro y Luciano, quien recordó cómo se enteró del hecho: “Me llama mi hermano Marcos y me pregunta: ‘Marcos, ¿te enteraste de lo que pasó?’. La verdad es que me largué a llorar, me angustié muchísimo. La llamé a mi esposa y le dije: ‘Vamos para Villa Gesell, que hubo problemas con los chicos. Están presos y se murió un chico, no sé qué carajo pasa’”.

Más tarde, María Paz Cinalli, madre de Blas, cuenta su perspectiva y la reacción que tuvo al tomar conciencia de en lo que había participado su hijo: “La llamé a mi hermana, a la mamá de Luciano y Ciro, y lo que primero les pregunté fue: ‘¿Van para allá?’. Cuando nos dijeron la causal de por qué estaban presos, se nos vino el mundo abajo”.

Por su parte, Javier Thomsen, padre de Máximo, dijo: “Yo estaba en una reunión y me llamó Eduardo, el padre de Benicelli, y me dijo: ‘Los chicos tuvieron una pelea y murió un chico’”.

María Paz explicó su sensación cuando vio a Blas en la comisaría de Villa Gesell: “El primer contacto con las rejas, el ruido del candado, es impresionante. Ahí Blas me hizo pasar una esquelita, un papelito con lápiz -que todavía lo tengo- donde decía: ‘Mami, no te hagas problema porque a ese chico no lo toqué’”. Inmediatamente rompió en llanto.

El resto de los padres destacaron la persecución mediática y criticaron los discursos que se establecieron previamente sobre sus hijos sin haberlos conocido, pese a que las pruebas del homicidio eran contundentes.

“Nunca creí que íbamos a vivir esto que vivimos”, se sinceró Mauro Pertossi. “Es una desgracia, uno cree que las cosas están encaminadas en la vida y las cosas te llevan a esto… La verdad que no lo sé. No sé qué pensar. Yo creo que mis hijos son inocentes y hasta el día de hoy lo sigo sosteniendo”.

Hacia el final, Pertossi sentenció: “Hace tiempo que no entro a la pieza de Ciro y de Luciano. No puedo, no me animo. Porque a veces escuchás ruidos y después decís ‘no, no están’”. Por su parte, Javier Thomsen remarcó que, con el hecho de Máximo se le “vino el mundo abajo”.