Tras la publicación del dato de inflación de octubre, que subió a 2,3%, los analistas privados prevén que el índice de precios al consumidor (IPC) se mantenga arriba de 2% en los próximos meses.
Aunque hubo un bajo traslado a precios de la volatilidad dólar previa a las elecciones legislativas, las consultoras señalan que la inercia y algunos ajustes de tarifas que todavía están pendientes seguirán frenando el proceso de desinflación.
Además, coinciden en que el Gobierno tendrá que profundizar el desarme del apretón monetario y seguir levantando las restricciones cambiarias. Ambas cuestiones pueden repercutir en la demanda de dinero y, con ella, en los precios.
“Sostenemos nuestra previsión de que durante los próximos meses la tasa de inflación mensual se mantendrá en torno, o por encima, de 2,5% mensual, y que por lo tanto la inflación acumulada a lo largo de 2025 superará levemente el 30% anual”, dijeron los analistas de Outlier.
En la misma sintonía se manifestaron en la consultora internacional Oxford Economics: “No prevemos un proceso de desinflación rápido. En nuestra opinión, el impacto de las medidas de ajuste fiscal sobre los precios ya se ha absorbido por completo, y el ritmo de la desinflación dependerá de las políticas monetarias y cambiarias del Gobierno, así como de la reducción del gasto en subsidios”.
“Prevemos que los precios al consumidor aumenten un 2% mensual en promedio en 2026, lo que refleja una liberalización gradual del tipo de cambio y una continua reducción de los subsidios a la electricidad y el gas”, completaron.
A su turno, los analistas de LCG indicaron: “Vemos difícil que el nivel de inflación converja rápidamente a tasas de un dígito anual. La inercia sigue siendo relevante y restan aún correcciones de precios relativos a la vez que una actividad más dinámica podría alentar pujas distributivas ausentes hasta el momento”.
De confirmarse las proyecciones de los analistas, los precios desafiaría el esquema de bandas para el dólar, que quedarían desactualizadas rápidamente. “En el frente externo, una inflación mensual sostenida entre 2–2,3% empieza a presionar el techo del esquema de bandas cambiarias, cuyo ajuste nominal es del 1%“, advirtió un informe de PPI.
Según los privados, los datos preliminares de noviembre no muestran una desaceleración en la inflación. En Outlier puntualizaron que en este mes impactarán las alzas de precios que se vieron después de las elecciones y que se habían pospuesto en la previa electoral.
“Lo mismo aplica a aumentos de tarifas y actualizaciones impositivas que se están anunciando ahora. Esto podría aportar algo más al mes en cuestión. El otro factor que veníamos señalando, y ya se activó al cierre de octubre, fue el aumento del precio de la carne vacuna, que durante buena parte de los meses previos corrió detrás”, sumó esa consultora.
Desde LCG también pusieron la lupa en las subas en los servicios. “Para noviembre esperamos mayores aumentos de regulados que en octubre, aunque la mayor estabilidad cambiaria daría respiro en rubros como Alimentos y Bebidas, compensando efectos. Para los próximos meses proyectamos niveles de inflación todavía en la zona del 2%, consistentes con una inflación del 31% anual medida a diciembre”, dijeron.
