El presidente de BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos) Claudio Zuchovicki, se mostró entusiasmado con la actualidad argentina. En un encuentro de Somos Pymes, el inversor resaltó que, por primera vez en mucho tiempo, en el país no se discutiría el rumbo, sino solo los tiempos y las formas. Destacó que la Argentina tiene la oportunidad de que las cosas salgan bien y de que las reformas que se tienen que hacer prosperen. “Tenemos un penal con el arquero que se tira para el otro lado”, ironizó.
Zuchovicki dijo que es el momento de mirar “persianas hacia adentro” para ser más eficiente. “El Estado no me va a ayudar, pero me va a sacar el pie de encima. 2026 es el año de la economía real, donde las finanzas pasan a segundo lugar”, postuló.
En cuanto a las razones por las que está tan positivo, mencionó el lugar de la Argentina en el mapa mundial, lejos de conflictos bélicos, la edad promedio de la población (30 años) y expectativa de vida (80) y la necesidad de autogenerarse una jubilación. “Todos los Estados están fundidos. El 80% del gasto es en jubilaciones y para financiar eso emitieron dinero. ¿Alguno espera jubilarse para vivir bien? Nos vamos a tener que preparar nosotros mismos y eso depende de la economía real”, agregó.
Por otro lado, refiriéndose a cómo los billonarios hicieron su fortuna en distintos países, dijo que en la Argentina en el 87% de los casos fue por herencia, por lo cual el crédito sería “justicia social”.
“¿Cuál fue el mayor desafío que tuvieron las pymes este año? El acceso al crédito y el ingreso de capitales. Hasta hace poco el 80% del dinero iba al Banco Central [BCRA]. Ahora, si el BCRA dejó de tomar dinero, los bancos le van a tener que prestar a la economía real. Los bancos van a tener que trabajar de bancos”, continuó.
En este punto también destacó cómo la política de Donald Trump beneficia a la región. “Estados Unidos es el país más endeudado del mundo y los estadounidenses también. Con una tasa pasiva del 14% anual, el americano no podía pagar la tarjeta de crédito. Entonces Trump dijo voy a destruir el costo del dinero y eso es bueno para América Latina porque si alguien antes tenía un millón de dólares y vivía de rentas de los bonos estadounidenses, ahora tiene que hacer algo con el dinero porque pasó de una ganancia del 5,5% anual a una del 2,5%. La baja en la tasa de interés trae inversión”, explicó.
En este sentido, dijo que todas las crisis argentinas tuvieron un factor común, que es que antes subió la tasa de interés, es decir, que fueron crisis globales. “Creo que vamos a vivir un proceso de economía real. El ciclo que viene es ese. La próxima revolución es la de la IA y ¿qué se necesita para impulsarla? Energía y minería ¿Conocen a algún exportador de energía, minería y alimentos?”, ironizó sobre las posibilidades del país y relacionó eso con la ayuda financiera de los Estados Unidos a la Argentina: “Nos dan un swap porque producimos lo que quieren, hay que aprovechar el penal”.
“Nada depende de nosotros. Acá no le podemos errar. Podemos nacionalizar empresas como en el pasado, pero las elecciones avalaron que eso no va a pasar”, siguió, aunque marcó que no a todos les va a ir igual, sino que dependerá de en qué rubro se encuentre la empresa y el sector.
“Hay que preguntarse persianas hacia adentro si se está en lo correcto. Si me tienen que dar subsidios o dependo de un permiso, el otro tiene el negocio. Levantémonos todas las mañanas para ver como hacerle más fácil la vida a los clientes. Me enojo o cambio, pero viene este proceso persianas hacia adentro”, completó.
