Luego que se sancionara el Digesto Jurídico de la provincia de Tucumán, el vicegobernador, Miguel Acevedo, el 3 de junio de este año había anunciado en conferencia de prensa que los cambios al sistema electoral marcarán el norte en el segundo semestre y que la intención era llegar a fin de año con los proyectos consensuados y aprobados.
Ahora al responder sobre el mismo tema afirmó que no es una prioridad y que no hay que apurar los plazos. Dejando en claro el cambio de opinión. El motivo es que desde Casa de Gobierno le pidieron que amengüe el proceso y que no lo ponga como agenda para el corto plazo.
El gobernador de la provincia, Osvaldo Jaldo, al inicio de su gestión en la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura había anunciado que se iba a reformar el sistema electoral que cosecha críticas de la sociedad. Lo defienden aquellos que sienten que los beneficia en sus aspiraciones políticas personales.

Hay varios proyectos presentados en la Legislatura para llevar adelante la reforma política. El mismo vicegobernador se había expresado a favor de la Boleta Única Electrónica, como tiene la provincia de Salta. Es más, viajó junto a legisladores a observar cómo funciona el sistema y luego trajo a la Legislatura a quienes organizan el mecanismo en la provincia vecina y también hicieron una demostración sobre cómo funciona, en el palacio legislativo.

El peronismo está dividido en este tema. Está el sector que no quiere que se modifique el régimen electoral porque beneficia a los intendentes del interior. Le sacan el jugo a los acoples y son su tabla de salvación. En cambio, otro sector del peronismo, entiende que el sistema electoral de Tucumán es criticado y resistido por el grueso de la sociedad, con el agravante que ahora la oposición está capitaneada por LLA y que está dispuesta a insistir en la reforma y la militará con fuerza durante 2026. Este no es un dato menor ya que LLA aparecerá planteando cambios a la vieja política y el peronismo tendrá que pararse frente a ese tema, como defensor del statu quo o aceptar realizarle las reformas necesarias.
Hay una evidencia irrefutable, el cuarto oscuro plagado de boletas no es un espectáculo agradable ni una muestra de Democracia. Todo aquello que genera complicaciones o confusión a la hora de emitir el voto no cumple con el estándar mínimo para mejorar el sistema democrático. El momento de emitir el voto es el más sagrado para la Democracia, porque a partir de allí se eligen los representantes con los que la sociedad llevará a cabo el proceso político y social para alcanzar el bien común. Teniendo en cuenta este aspecto es que se debe propugnar por un sistema electoral fácil, transparente y que de iguales posibilidades a todos los que compiten en la arena electoral. Eso en Tucumán no ocurre.
“La prioridad es la reforma electoral. En eso queremos trabajar en este segundo semestre. Entiendo que, de las leyes que nos han llegado, que está esperando la ciudadanía, que mayor impacto tiene en la sociedad, es cómo votar”, había declarado Acevedo el 3 de junio.

El tema de la reforma lo activó el gobernador Osvaldo Jaldo en julio de 2024 cuando propuso modificar la Constitución para eliminar los acoples “en serio y de fondo”. “Si queremos hacer el maquillaje de reducir acoples, yo no me anoto en esa. A los acoples hay que eliminarlos de cuajo modificando la Constitución”, planteó el primer mandatario.
