Es difícil encontrar una semana tan tremenda para el Gobierno como la que finaliza. Nunca emergió tan nítida la superposición de problemas, acumulados por capas, sin capacidad de resolución. En la base, una inestabilidad económica irresuelta, que ahora tiene la forma de alta volatilidad en las tasas de interés y una disputa con el sistema bancario. […]
