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Dónde se para Juntos por el Cambio tras la renuncia de Guzmán

Juntos por el Cambio vivió horas de llamados y reuniones entre los equipos económicos en medio de la definición del cambio de Gabinete nacional. La posición, horas después de la renuncia de Martin Guzmán y con Silvina Batakis confirmada, fue la de mostrar unidad frente a las internas oficialistas, y la de poner a Cristina Kirchner en el centro de la escena, como la gobernante real de un gobierno cuya imagen algunos sectores buscan debilitar. Sin un plan económico concreto, salvo los puntos de llegada, la alianza no contempla un gran acuerdo político con el Frente de Todos para llevar calma y sigue exigiendo una hoja de ruta desde Casa Rosada.

Expectantes, a la espera de la existencia o no de lo que ellos consideran un «plan», y con escenarios poco prometedores a futuro. «Perspectivas complejas» que, cerca de uno de los economistas cabecera de la oposición, no detallaron. Esas perspectivas se construyeron con el tiempo pero se precipitaron durante estas horas mediante llamados y reuniones entre los economistas de la alianza.

«Esto es más kirchnerismo, así que nosotros seremos más Juntos por el Cambio», dijo Patricia Bullrich. «Sabemos lo que van a hacer así que, la verdad, creo que tenemos que mantener la distancia simbólica y estar en el lugar que nos puso la gente, que es el Parlamento«. Como ya ocurrió después de las PASO del 2021, la oposición pareciera no querer confirmar una mesa de diálogo y negociación por fuera del espacio institucional que ocupan, el Congreso.

Desde el larretismo, la UCR y la Coalición Cívica dijeron a este medio que ven muy difícil un encuentro, en caso de proponerse, con el Gobierno. Básicamente, la respuesta casi instantánea fue que, si el Frente de Todos no puede entablar un diálogo interno entre sus protagonistas, por qué lo harían ellos. Pero prefirieron no enfocarse en la ficción sino en la realidad, y la realidad marca que no hubo convocatoria ni panorama de que fuera a existir.

En líneas generales, la oposición no encontró un rumbo por parte del gobierno y cerca de un importante dirigente del conurbano se analizó que Alberto Fernández podría haber aprovechado la oportunidad para hacer un gran cambio, el tan anunciado relanzamiento, pero no lo hizo. «Falta de reacción«. Electoralmente, las desprolijidades oficialistas los benefician, analizaron, pero a nivel coyuntura, país, situación social y económica, la situación no es para nada auspiciosa. De hecho, desde el entorno de otro referente bonaerenses se habló de «angustia».

«Argentina necesita de manera urgente una definición del rumbo a seguir. Primero, que se conozca un plan. Segundo, que ese plan sea razonable. Tercero, que se pueda sostener en el tiempo. A priori la designación de Batakis no parece tender a resolver esos desafíos. Ojalá, por el bien de todos nosotros, dejen de lado la improvisación y las mezquindades a partir de este cambio», le dijo Yamil Santoro, presidente de Republicanos Unidos, a El Destape.

El diputado de UCR Evolución, Alejandro Cacace analizó, sobre lo ocurrido en las últimas horas, «que el Gobierno tiene que decir la verdad  sobre la crisis económica. ¿No estuvieron diciendo todo este tiempo que el crecimiento era imparable? Leés las siete páginas de renuncia de Guzmán e hizo todo tan extraordinariamente bien que no sabés por qué se va entonces». Incluso, sobre lo destacado, aseguró que «la gestión de la deuda ha sido un desastre, si no nos presta nadie. El riesgo país es el propio de un país en default».

Un dirigente con currículum de gestión fue más duro. Compartió un audio filtrado de un periodista y dijo coincidir con el análisis de un gobierno terminado y la intención de tener un presidente desdibujado, con nula injerencia. Un poco en línea con la estrategia de señalar a Cristina Kirchner como la dueña de todos los males y responsabilidades. «Nosotros no la ponemos en ese lugar de protagonismo, él la pone», quiso explicar una fuente del macrismo.

La oposición, cuyo Gobierno nacional tuvo cuatro ministros de Economía y tres presidentes del Banco Central entre 2015 y 2019, trabaja en su propio plan económico hace dos años. Lo hace con alrededor de 100 especialistas y se concentra en áreas. Todo ese planteo después termina articulado entre las distintas fundaciones de los partidos pero todavía no está listo para presentar porque, argumentaron, se desconocen los indicadores económicos que habrá en diciembre del año que viene.

Ese plan es una de las grandes obsesiones de Mauricio Macri que se juntó con Elisa Carrió el domingo a la noche. Ambos se debían un encuentro después de un breve distanciamiento. Hace alrededor de un mes, habían quedado en compartir una comida pero la ex diputada alegó malestar de salud y se canceló. Probablemente, el espejismo de unidad y estructura sólida de la oposición encuentre, con este reencuentro,  un nuevo impulso.

Carrió, en el verano, fue quien llamó a todo Juntos por el Cambio a ser prudentes con un gobierno que se calificó como débil y, salvó excepciones, la sugerencia se vio acatada. Según una fuente cercana a un dirigente del conurbano, la oposición quiere volver al poder por proponer un proyecto nuevo, no por ser la salida a una crisis terminal. Varios coincidieron en que ninguno quisiera ser el Gobierno de emergencia.

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