La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó los planteos de libertad de la defensa de Lázaro Báez y el empresario santacruceño continuará con prisión domiciliaria.
La decisión fue dividida: los jueces Javier Carbajo y Gustavo Hornos fallaron en contra del planteo de Báez, mientras que Mariano Hernán Borinsky consideró válido el recurso presentado por la defensa del empresario, apuntado como socio de la familia Kirchner.
Báez fue detenido en 2016 en la causa conocida como la “Ruta del dinero K”, en la cual fue condenado en febrero del 2021 a 12 años de prisión por el lavado de US$60 millones. En septiembre del 2020, antes de la condena, el Tribunal Oral Federal (TOF) 4, por orden de Casación, le había otorgado la prisión domiciliaria.
El empresario socio de la familia Kirchner no recuperó su libertad porque continuaba con prisión preventiva en otros dos expedientes relacionados a la “Ruta del dinero K”. Con el paso del tiempo, Báez finalmente quedó con prisión preventiva solo en una causa, la que investiga la adquisición de la chacra El Entrevero, en Uruguay, con millones de dólares de procedencia presuntamente ilegal.
El abogado de Báez, Juan Villanueva, consideró que, después de más de seis años de detención, se había cumplido el plazo permitido de prisión preventiva.
“La morigeración en el nivel de coerción pretendida por la parte podría facilitar la concreción de los riesgos procesales y, consecuentemente, comprometer el desarrollo del debate oral que, a la mayor brevedad posible, debe comenzar”, sostuvo en su fallo de este miércoles el juez Javier Carbajo.
“La escala penal para el delito por el cual el imputado se encuentra procesado oscila entre un mínimo de cuatro (4) años y seis (6) meses y una pena máxima de trece (13) años y cuatro (4) meses de prisión, con lo cual es posible afirmar que la pena en expectativa resulta irremediablemente severa y permite descartar la procedencia de una condena, en su caso, de ejecución condicional”, consideró Gustavo Hornos y recordó que Báez tiene ya una condena 12 años de prisión, aunque todavía no esté firme.
Mariano Borinsky, por su parte, para avalar el cese de de la prisión preventiva, se apoyó en lo que había planteado el fiscal ante la Casación, Javier De Luca. La fiscalía consideró superados los límites máximos permitidos y entendió suficiente control sobre Báez un GPS, la obligación de presentarse cada 15 días ante el tribunal; la prohibición de salida del país y la retención de su pasaporte.
