Aun año de la sanción de la Ley 1.355, que reguló la salmonicultura en la provincia de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, activistas de la Argentina y de Chile realizaron una manifestación conjunta en el Canal Beagle, frente a las costas de la ciudad de Ushuaia, para reafirmar el rechazo a la instalación de salmoneras en ese espejo de agua y, además, concientizar a las autoridades de ambos países sobre los riesgos ambientales que acarrea esa actividad.
Las consecuencias de la salmonicultura
Contamina las aguas por la constante incorporación de nutrientes. El elevado uso de antibióticos (incluso 6.000% más que lo utilizado en países europeos) puede originar serias perturbaciones en todo el ecosistema, incluso afectar a cetáceos como los delfines.