Fue como una suerte de banda soporte antes del show principal. Un día antes de que su madre hable por segunda vez en cinco días, Máximo Kirchner volvió al conurbano para hacer lo propio. En Garín, Partido de Escobar, eligió como blancos principales de sus dardos a Martín Guzmán, al Fondo Monetario Internacional y a Mauricio Macri.
En una defensa cerrada a la vicepresidenta, que este viernes por la tarde hablará en el Calafate, Máximo Kirchner mandó un mensaje duro a la interna del Gobierno. «Se abrazaron a (Martín) Guzmán, los dejó tirados y ahí está Cristina poniendo la cara para sacar esto adelante», lanzó el líder de La Cámpora.
Kirchner reapareció -una hora y media más tarde de lo previsto- en Escobar y aprovechó otra vez su agenda como presidente del PJ bonaerense para tallar en la discusión nacional.
«Muchas veces en estos últimos meses, no sin dolor, escuché a dirigentes importantes de nuestro espacio referirse muy mal y de muy mala manera -a mí no me importa, me tiene sin cuidado- a la compañera Cristina«, sostuvo. En la conducción nacional del Movimiento Evita no se dieron por aludidos, pero sus militantes bajaron las banderas y se retiraron del predio justo en ese momento que siguió a las críticas a Guzmán. Luego, lo negaron a través de un comunicado.
«A ver cuando aprenden que dar debates y discusiones internas no significa ponerse del lado de Drácula si es necesario para tener razón», insistió Kirchner sobre las internas en el oficialismo.
El presidente del Partido Justicialista bonaerense comparó su renuncia a la presidencia del bloque oficialista en Diputados con la del ahora exministro de Economía, afirmando que él no dio a conocer la misma hasta que lo habló con…
El jefe de La Cámpora comparó su renuncia a la presidencia bloque de La Cámpora con la de Guzmán a Economía. «Fue de una irresponsabilidad supina», sostuvo. 
El presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, encabezó un acto en Escobar
También aludió a la presión de Guzmán para que los cuadros del cristinismo dejen el área de Energía. «Yo no fui a pedirle al Presidente cargos, ni que eche a ningún compañero de la gestión, señaló.
En el estado acompañaron a Kirchner el intendente en uso de licencia Ariel Sujarchuk y la vicepresidenta del PJ Nacional Cristina Alvarez Rodríguez. Ambos concentraron sus críticas en la oposición. El anfitrión, que asumió la presidencia del PJ local, cargó con críticas a Javier Milei. «Un dirigente que dice va a vender órganos, va a vender a la madre», sostuvo Sujarchuk, que el martes esperó en vano al Presidente para inaugurar una planta de energía solar en el distrito.
Lo acompañó el titular del ente de control de la Hidrovía y presidente del PJ local, Ariel Sujarchuk, que el martes esperó en vano la llegada de Alberto Fernández para inaugurar una planta de energía solar. Esta vez la excusa formal fue la asunción de las autoridades locales del PJ.
El Movimiento Evita se fue mientras hablaba Máximo Kirchner
En una jornada signada por los rumores, el jefe de La Cámpora habló ante casi 4 mil militantes -según los organizadores- que coparon el microestadio de Garín. Allí sobresalieron -además de las del Evita- las banderas de La Cámpora, de Camioneros, SMATA y de agrupaciones locales.
También estuvieron el ministro de Infraestructura bonaerense -e intendente de Malvinas Argentinas en uso de licencia- Leonardo Nardini; la ministra de Gobierno de la provincia, Cristina Alvarez Rodríguez; y el ex diputado nacional y secretario general del gremio de Curtidores, Walter Correa, muy cercano a Kirchner.
El diputado Máximo Kirchner encabeza un acto con la militancia en Microestadio de Garín, Escobar
Kirchner volvió a expresar su rechazo al acuerdo del Gobierno con el FMI y cargó contra la titular del organismo. «(Kristalina) Georgieva dijo: ´necesitamos tener claro que las acciones dolorosas» a veces son necesarias para cosechar los beneficios de estas acciones (…),´ ¿Dolorosas para quien? ¿Más dolor? ¿Por qué no acciones inteligentes?», se ofuscó el diputado.
El jefe de La Cámpora concentró sus críticas en Macri. «Desde el 9 de diciembre de 2015, la Argentina entró en un tobogán.», sentenció el legislador antes de parafrasear a Borges para enviar un nuevo mensaje a la interna del FDT. «No basta que nos una el espanto. Nos tienen que unir los sueños y las ilusiones. Entender que no alcanza con decir que Macri está del otro lado», señaló en la víspera de un nuevo discurso de CFK que, como cada vez que habla, preocupa al Gobierno a pesar de la incipiente tregua.
