Alberto Fernández nombró nueve veces la palabra unidad y aseguró que son quienes siembran “el desánimo, temor y rumores” los que “buscan vernos desunidos”.
El Presidente volvió a hablar en público con un discurso conciliador después del restablecimiento del diálogo con la vicepresidenta por el cual se llegó a un principio de acuerdo para un cese de hostilidades internas.
La primera en dar la señal pública fue Cristina Kirchner en su discurso del viernes desde El Calafate. Tal como habían hablado en privado y con Sergio Massa también sentado alrededor de la mesa de la Quinta de Olivos, los socios del Frente de Todos acordaron bajar las tensiones públicas y comenzar a buscar acuerdos para atravesar la crisis económica.
Para dejar atrás las críticas internas no sólo Mauricio Macri volverá a ser el señalado, sino que ahora los tres dirigentes principales del gobierno tienen un adversario en común: Martín Guzmán. A los cuestionamientos de Cristina Kirchner y Sergio Massa (sin mencionar a los propios funcionarios que rodean al jefe de Estado que desde hace semanas le venían pidieron que lo separe del cargo), se sumó el de Alberto Fernández que no le perdona la manera en la que dejó el gobierno.
“Martín Guzmán se fue y él sabe lo que pienso de cómo lo hizo y con eso alcanza. Hay cuestiones de responsabilidad institucional que recomendaban que eso hubiera sucedido de otro modo. Pero bueno, ahora la ministra se llama Silvina Batakis, tenemos que hablar de ella”, dijo Fernández. Un día antes, la vicepresidenta fue aún mucho más dura y habló de que su renuncia se trató de “un acto de desestabilización institucional”.
“Guzmán se fue y él sabe lo que pienso de cómo lo hizo, y con eso alcanza”
“La declaración de la Independencia fue un formidable gesto de afirmación de convicción y unidad que los congresales nos han legado”, dijo Fernández sobre el inicio de su discurso desde Tucumán en conmemoración del Día de la Independencia. Llegó a Tucumán junto a gran parte del gabinete y legisladores encabezados por el titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa.
El inicio de la distensión en el vínculo entre el Presidente y su compañera de fórmula, que en la última semana hablaron una vez por teléfono, se encontraron dos veces y siguieron chateando, sirvió para que los funcionarios se distiendan no solo en el vuelo, sino también en el momento de compartir empanadas en el patio interno de la Casa Histórica de la Independencia antes de realizar la entrega de viviendas y regresar a Buenos Aires.
En su presentación, Fernández habló sobre los números de la economía de la última semana que llevaron al dólar blue a $ 273 y las remarcaciones de precios se dispararon. “Venimos soportando en los últimos meses, pero sobre todo de manera pública y feroz en la última semana, una embestida de los grupos concentrados poderosos que quieren quedarse con toda la renta, que quieren provocar una devaluación y maximizar sus ganancias con la codicia de siempre. Se aprovecharon de la pandemia y se quieren aprovechar ahora de la guerra”, dijo Fernández mientras recién el viernes la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis pudo completar su equipo y aún sigue la incertidumbre sobre el camino que tomará su gestión en las próximas semanas.
En este sentido, el Presidente dijo que quienes producen esta embestida, “son los mismos de siempre que siembran desánimo, temor, rumores. Que buscan vernos desunidos, que generan enfrentamientos. Porque es en ese clima de desánimo, de violencia, de incertidumbre, donde ellos ganan millones. Con nuestra miseria ellos construyen imperios. Con nuestra tristeza ellos amasan fortunas en paraísos fiscales”. E identificó a quienes quieren desunirlos como “fuerzas políticas, mediáticas y empresarias”.
El Presidente también se refirió a las especulaciones que circularon toda la semana sobre nuevas renuncias del gabinete y también los calificó como “desestabilizadores”. Sin nuevos cambios previstos en el gobierno y con un acuerdo sellado con sus socios que ahora buscarán mantener encuentros cada dos semanas, Fernández dijo que hubo “rumores que algunos lanzan a correr en medios de comunicación o las falsas noticias que hacen circular en redes sociales como instrumentos desestabilizadores”.
Esta reaparición pública sirvió para mostrar que Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa ingresaron en una tregua interna con el objetivo puesto en 2023. Ya no hay más tiempo que perder y ésta parece ser una última oportunidad a una alianza electoral que en la gestión hasta ahora demostró no funcionar.