La reapertura de canales de diálogo y de una mesa tripartita empieza a dar una lenta paz dentro del Frente de Todos a nivel político. Este será el primer fin de semana de los últimos en el que no habrá actos cruzados entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. «Es un primer tiempo», aseguran desde el entorno del Presidente.
La vicepresidenta no participará de ningún acto esta semana, confirmaron desde su círculo. La semana pasada fue protagonista de dos eventos en solo seis días: Ensenada y El Calafate. En el primero renunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, con un tuit en vivo en medio de su discurso. El segundo, el último viernes, fue la muestra de que el saldo del reencuentro entre CFK y el mandatario había sido positivo.
El sábado 3 de julio, una carta explosiva de Guzmán generó la comunión entre ambos, pese a la resistencia que puso el Presidente hasta último momento. El domingo hablaron por teléfono. Se decidió el reemplazo con Silvina Batakis. El lunes cenaron en la quinta de Olivos. Y el miércoles se dio el encuentro que negaron todos pero se pudo confirmar: Alberto, Cristina y Massa juntos en la quinta presidencial. A partir de allí comenzaron pequeños gestos que duran hasta hoy y que la coalición espera que crezcan mes a mes.
En sus últimos discursos por el 9 de Julio, ni Fernández ni Cristina Kirchner se torearon como en las últimas veces. «No voy a revolear a ningún ministro», prometió la vice en Santa Cruz. Si bien en un principio se especulaba con la aceleración del ritmo de sus apariciones públicas, se volvió al plan original de que hable cada 15 días.
La semana pasada, Massa se vio con Alberto casi todos los días (solo no se vieron el jueves). Desde el sector del Presidente de la Cámara de Diputados destacaron este reencuentro entre ellos tres. «Hay un reseteo que es positivo. Sin esto no es posible ninguna expresión respecto al gabinete ni de funcionarios. Es condición para que haya mejores resoluciones políticas», expresaron. Fue la primera vez que se juntaban los tres en soledad en el año. Aunque aun no hay una mesa institucional del Frente de Todos, sí ya la llaman «una mesa política». Y esta semana el diálogo siguió entre ellos.
Desde el entorno de Alberto miran el plano social tras los anuncios económicos de Batakis, que despertaron quejas y críticas de sindicalistas diversos: Hugo Yasky, Pablo Micheli, Hugo «Cachorro» Godoy y Daniel «Tano» Catalano. Los primeros de la CTA y los segundos de ATE.
«Hay algunos que están burbujeando que ojalá sean solo burbujas», se quejaron desde el albertismo. Apuntan a Juan Grabois, que este miércoles encabezó una asamblea que se realizó en el Hall Central de la Estación Constitución del Ferrocarril Roca donde confirmó una marcha con cortes en todo el país con la participación de referentes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), el Polo Obrero y la CTA Autónoma. Reclamaron por el salario básico universal, que hace días lo descartaron desde el Gobierno, en boca de la portavoz presidencial Gabriela Cerruti y Batakis.
Un entornista del Presidente criticó a Grabois, trató de vincular sus últimas declaraciones a la relación del dirigente social con el diputado Máximo Kirchner y advirtió por el Gringo Castro. «Llamó la atención que se haya sumado», expresó a este portal. Castro es el secretario general de la UTEP y está casado con Mariel Fernández, intendenta de Moreno y perteneciente al Movimiento Evita. Esta tarde lo recibió el Jefe de Estado en la Casa Rosada.
Ante el silencio del sector de la vicepresidenta sobre la nueva ministra de Economía, desde los alrededores de Fernández se muestran satisfechos con los primeros días de la funcionaria: «Batakis es la Lavagna de 2002. Va a termina tan bien como él. Con el quilombo que dejó Guzmán, ¿qué podemos esperar?», deslizaron desde el círculo más íntimo de Alberto.
Con la salida de Kulfas-Guzmán, asumió el eje naranja: Scioli-Batakis. El ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires tomó protagonismo desde que asumió. Ultra activo («nunca vi una persona trabajar tanto como Daniel en mi vida política», decía Batakis a días de saber que iba a ser ministra), el Pichichi será pilar fundamental en los meses venideros para el Frente de Todos si aspira a ganar en 2023 con el candidato que sea.
Scioli ayer sorprendió y sumó a Augusto Costa a sus reuniones en el Ministerio. Costa es el ministro de producción de la provincia de Buenos Aires, hombre de confianza del gobernador Axel Kicillof y fue muy elogiado por Cristina en su exposición en Chaco de hace dos meses. Estuvo presente en el encuentro con los supermercadistas.
Un encuentro que se espera desde que se sabe que Scioli volvía al país es el del exmotonauta con un viejo rival: Sergio Massa. Trascendió que hablaron telefónicamente apenas Alberto lo designó. Hay un café pendiente que aún no fue tomado y se está enfriando. «Está todo bien con Scioli. No hay ningún tema personal ni pelea ni nada», cuenta una fuente muy cercana al tigrense. «Ya se van a encontrar», prometen.
Así transita sus días el Frente de Todos a una semana de la tregua. Si no hay imponderables, este podría ser el primer fin de semana en paz después de un mes y medio que incluyó renuncias, cruces y reclamos varios.