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Daniel Marx anticipó qué tiene que pasar para que ceda la presión sobre el dólar

El economista y director de la consultora QuantumDaniel Marx, precisó cuáles son las variables que permitirán poner fin al «descalabro macroeconómico», para quitarle «presión al tipo de cambio».

«Depende de las condiciones externas, que son bastante favorables para Argentina. También depende de los desembolsos del FMI, que va a dar tiempo», apuntó en diálogo con CNN Radio.

A poco más de dos semanas de que el Gobierno consiguiera el primer aval de revisión trimestral del programa de facilidades extendidas (EFF) por parte del ente multilateral -lo que habilitó el giro de U$S 4010 millones- Marx consideró que, de cara a la segunda instancia, «ese tiempo también hay que usarlo» porque «hacer una depreciación en el vacío puede desatar una espiral más complicada en la inflación».

«Corregir los desequilibrios implicaría una menor presión en el tipo de cambio y eso nos podría llevar a una menor desestabilización», subrayó el economista.

Además, el titular de Quantum advirtió por la deuda en pesos, a la que tildó de ser «relevante», por su «esquema de vencimientos relativamente corto».

«La deuda argentina en pesos es relevante porque tiene un esquema de vencimientos relativamente corto. Hay que tener en cuenta que un tercio de los pasivos es en moneda local, mientras que los dólares están en tensión y los pesos la gente los quiere cada vez menos», alertó.

En este sentido, Marx explicó cómo el crecimiento de la base monetaria en menor ritmo a la inflación, denota la duda sobre la divisa argentina.

«La base monetaria creció el último año 45% y la inflación 70%, entonces se nota que la gente duda del peso, se desprende de ellos, hace compras anticipadas y aumentan los precios de todos los productos, aumenta el dólar y caen los bonos en pesos y dólares», repasó.

Por otra parte y a modo conclusivo, destacó el «importante crecimiento de deuda del Banco Central», que asciende a 7 billones de pesos. «Es deuda a corto plazo, que está colocado con bancos. Uno supone que si los bancos renuevan los depósitos, no tendrían problemas en renovar las acreencias», estimó.

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