Categorías
Noticias Salud y Bienestar

Muerte súbita. El drama sanitario que dejó más muertes que el Covid

La Ley 27.148, titulada “Muerte súbita. Sistema de prevención integral”, fue sancionada por el Congreso el 1° de julio de 2015. Daba 180 días al Poder Ejecutivo para reglamentarla. Pasaron más de siete años, protagonizados por tres administraciones presidenciales, sin que eso sucediera.

Los expertos en el tema calculan que en el tiempo perdido se podría haber intentado evitar al menos una parte de las 280 mil muertes súbitas ocurridas en ese lapso: 109 por día. Para tener una referencia, por Covid murieron en el país poco más de 129 mil personas.

Se estima que los argentinos sufren unas 40 mil muerte súbitas cada año. De esa cantidad, cerca de 30 mil ocurren fuera de los hospitales. La ley demorada obliga a poner desfibriladores en lugares públicos y privados de acceso público, para ayudar a mitigar el drama. Sin embargo, recién este viernes el Gobierno anunciará la reglamentación.

¿Por qué se demoró tanto? Es una pregunta difícil de responder. En principio, fue una ley sancionada en un gobierno kirchnerista y el siguiente, de diferente color político, no la capitalizó. Una fuente médica consultada por Clarín confirmó que participó del trabajo de reglamentación durante la gestión de Adolfo Rubinstein en Salud, pero la reglamentación no salió.

Los 180 días desde la sanción de la ley incluyeron entonces los últimos cinco meses del Gobierno de Cristina Kirchner, todo el gobierno de Mauricio Macri y los dos años y medio que lleva el de Alberto Fernández. En este último caso, tres meses después de la asunción comenzó la pandemia.

El reclamo por la reglamentación de la ley llegó incluso a la Justicia, que en noviembre de 2021 ordenó al Poder Ejecutivo cumplir con el trámite necesario para sacarle punta a cuestiones que la ley del Congreso abordó de manera amplia. El fallo ocurrió a partir de una acción de la Sociedad Argentina de Cardiología, el Centro Latinoamericano de Derechos Humanos y un particular.Los desfibriladores deberán ser colocados en lugares públicos y privados de acceso público.

Los desfibriladores deberán ser colocados en lugares públicos y privados de acceso público.

La reglamentación, pese al fallo, recién iba a comenzar a destrabarse de una manera impensada, cuando el tema llegó a oídos de un ex funcionario de Emergencias de Tigre. Entonces la cadena habría fluído desde el entorno de Sergio Massa -ex intendente de Tigre, actual presidente de la Cámara de Diputados-, a la ministra de Salud, Carla Vizzotti. Para concluir en la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y tener la firma final de Fernández.

Qué dice la ley

El objetivo de la ley es regular un sistema de prevención integral de eventos por muerte súbita en espacios públicos y privados de acceso público, para reducir la mortalidad súbita de origen cardiovascular. Hay algunas provincias que ya adhirieron a la ley, como la de Buenos Aires y la Ciudad.

«Incluye la resucitación cardiopulmonar (RCP): maniobras que se llevan a cabo sobre una persona en caso de detención de la circulación de su sangre y que están destinadas a la oxigenación inmediata de los órganos vitales; y la desfibrilación: maniobras de RCP a las que se le incluye un desfibrilador externo automático», dice la norma.

rcp

El desfibrilador es un dispositivo electrónico portátil con capacidad para diagnosticar fibrilación ventricular o taquicardia ventricular, y en su caso, emitir la señal de alerta para la aplicación de una descarga eléctrica que restablezca el ritmo cardíaco normal.

En cuanto a los lugares en los que debe haber desfibriladores, la ley indica “espacios públicos y privados de acceso público, cuyo volumen de tránsito y permanencia de personas se determinará de conformidad a lo que disponga la autoridad de aplicación en coordinación con las jurisdicciones”. Este último punto depende, precisamente, de la letra de la reglamentación.

Silvio Aguilera, médico emergentólogo y presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Prehospitalaria, explica que “la muerte súbita se produce en forma inesperada en personas que no tienen mayores antecedentes cardíacos, o sin mediar síntomas o con poco tiempo entre los síntomas y las muertes: una o dos horas».

Aguilera agrega que «la persona hace un paro cardiorespiratorio. La causa principal es un problema cardíaco y lo que lo produce es una arritmia, un desorden eléctrico, y la sangre no fluye”.

El experto señala que «ahí entonces aparece el desfibrilador para contrarrestar la fibrilación ventricular. La sobrevida está atada al tiempo que transcurre entre el episodio y el choque eléctrico. Si se da dentro de los primeros diez minutos la sobrevida es del 75 por ciento».

«La ley es obra de Beltrán»

El hijo de Jorge Bombau, Beltrán, murió en 2014 de muerte súbita. Foto: Archivo

El hijo de Jorge Bombau, Beltrán, murió en 2014 de muerte súbita

Jorge Bombau fue uno de los que peleó mucho para que esta ley entrara en vigencia. Su hijo Beltrán, de 14 años, perdió la vida por muerte súbita el 23 de abril de 2014, en el Club de Amigos, sin que nadie pudiera asistirlo con una reanimación cardiopulmonar. Tras la sanción de la ley y durante los últimos siete años, Bombau golpeó varias puertas de despachos públicos para lograr el paso que faltaba.

Al enterarse de que la reglamentación finalmente es un hecho, contó su sensación: “Alegría y ansiedad. Beltrán y otros chicos muchas veces trabajan en algo positivo una vez que se fueron. Beltrán trabajó a través de mí. ¿Por qué colaboré en esto? A los que amás mucho los seguís amando después de muertos y siguen obrando. Esta ley es obra de mi hijo. Mi única estrella es Beltrán. Y la ley es para todo el mundo”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *