Cruzar el Rubicón está a solo unos días de distancia, confían en el Gobierno. Las importaciones de energía caerán drásticamente a partir de la semana que viene y el goteo de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) se moderará notablemente, a partir de la entrada de los últimos barcos con gas licuado (GNL) de la temporada. Será el fin del «festival» de importaciones relacionadas con la variación internacional de los precios por el shock de la guerra en Ucrania.
Por una mejora en el caudal de las represas hidroeléctricas Yacyretá y Salto Grande, que generan energía eléctrica a precios sensiblemente menores que las usinas térmicas que operan a gas, gasoil y fuel oil, el Gobierno ya prevé que las importaciones de energía de agosto quedarán en 1250 millones de dólares.
Esto es unos u$s 650 millones abajo de lo originalmente programado y se traduce en un factor menos de presión para una devaluación, que el Frente de Todos siempre resistió.
También influyó la reprogramación de la llegada de barcos con gas licuado. Debido a temperaturas de aproximadamente 1° por encima de lo previsto y gracias a la disponibilidad de energía eléctrica, Energía Argentina (Enarsa) movió cargamentos de julio a agosto y canceló tres buques por un costo total de u$s 156 millones que iban a entrar este mes al puerto bonaerense de Escobar, donde está el regasificador Expedient, de Excelerate Energy.
La operación implica además un premio de u$s 46 millones que cobrará la Argentina por compartir la ganancia con los traders internacionales, que en vez de vender el gas licuado a u$s 23 por millón de BTU lo podrán hacer a casi u$s 60 en Europa u otros destinos necesitados.
Además, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) reprogramó el ingreso de tres barcos con gasoil y dos con fuel oil de agosto a septiembre, mientras que se negocia que Brasil envíe la mayor cantidad de agua disponible antes de que empiece la primavera austral, cuando empiezan a acumular recursos en sus embalses.
TERMINA LA FUGA DE DÓLARES POR ENERGÍA
Las estimaciones que manejan en el Ministerio de Economía son compatibles con los cálculos que maneja el sector privado. Y vienen a ser un alivio después de los u$s 1953 millones pagados en junio en el rubro Combustibles y Lubricantes medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en concepto de gasoil para usinas eléctricas y vehículos (u$s 719 millones), GNL (u$s 662 millones), gas natural de Bolivia (u$s 198 millones), nafta (u$s 103 millones), fuel oil (u$s 97 millones), carbón (u$s 50 millones) y kerosene (u$s 29 millones), entre otros. El mes pasado, la cifra se habría acercado a los 2200 millones de dólares abonados, según los datos preliminares.
«Siempre dijimos que en agosto empezaba a caer la demanda de energía y eso iba a poner más cómodo al mercado. En la primera semana de agosto, fueron 100 millones de dólares diarios de importaciones de este rubro y las ventas de reservas llegaron a u$s 700 millones», consignaron fuentes oficiales.
DÉFICIT ENERGÉTICO
Un informe de la consultora Economía & Energía, que conduce Nicolás Arceo, señala que el déficit energético del primer semestre de 2022 llegó a los u$s 2648 millones, «el más elevado desde 2014», producto de exportaciones por u$s 3961 millones e importaciones por u$s 6609 millones, con saltos interanuales de 105% y 190%, respectivamente.
«Dadas las tendencias prevalecientes y los precios vigentes en el mercado mundial, las importaciones de energía treparían a un récord de u$s 13.500 millones este año» y el déficit de la balanza comercial del sector ascendería a los u$s 5800 millones, valor solo superado entre 2013 y 2014, alertó Economía & Energía.
La política fiscal de ahorro en subsidios por segmentación no tendrá impacto comercial este año, pero sí podría hacer efecto en 2023.Tags relacionados