El locro que prepara doña Elba Rosa Contreras, de 72 años, de Gastona Sur, tiene la particularidad de ser elaborado con verduras orgánicas, cultivadas en la huerta del fondo de su casa. Acostumbra comenzar a prepararlo desde muy temprano “con mucha paciencia y amor”, cuenta. Esa fórmula, mezcla de pasión y preocupación por lo saludable, es lo que -asegura- le imprime un sabor particular al plato. “El zapallo, la cebolla verde, el maíz, el ajo y el pimiento salieron de la huerta, de la que se ocupa mi esposo, Pedro”, remarcó.
Ayer la repitió en el concurso que se realizó en el marco del Festival Nacional del Locro que se desarrolló, ante una nutrida concurrencia, en el estadio del Concepción Fútbol Club de “La Perla del Sur”. Y la llevó nada menos que a ser consagrada como la nueva campeona en el preparado de esa comida regional. “No lo puedo creer”, repetía entre lágrimas al recibir la novedad, rodeada de sus nietas que le ayudaron a cocinar, entre ellas, Inés, que estaba cumpliendo años. “Aprendí a cocinar desde muy niña observando a mi madre. De ella tomé los secretos de la preparación”, contó. Es la primera vez que Elba se presentó a competir con su locro. En total concursaron 45 cocineros locales y de distintas comunidades.
El segundo locro mejor valorado fue el de Francisco Torres y el tercero, el de Luis Lucena.
La fiesta volvió a celebrarse luego de dos años de parálisis a causa de la pandemia. Esta vez ni el frío ni la llovizna, que se desató alrededor de las 15, amainó el entusiasmo por deleitar las distintas variedades de locro que se ofrecieron y el espectáculo musical. Actuaron el Chaqueño Palavecino, Raly Barrionuevo, Dúo Orellana-Luca, Los Tekis, Carolina Salcedo, Los del Barrio, Las Voces del Boquerón, Mercedes Canta, Augusto Gerez y Papacho Auza, entre otros. El humor estuvo a cargo del Oficial Gordillo y el cierre se concretó con el grupo Ráfaga.
Baile bajo la lluvia
“Realmente es conmovedora la participación en esta celebración que apunta a quedarse entre las tradicionales de esta ciudad. Es el objetivo, como forma de aportar otra opción turística. El público se alegró con sus artistas y hasta bailó. Estamos satisfechos con el resultado”, dijo el intendente, Alejandro Molinuevo.
Cerca de 100 puestos con ventas de empanadas, dulces y artesanías fueron cedidos a entidades de bien público y a algunos particulares. Cada uno concursaba en el decorado que debía tener matices folclóricos o tradicionales. Se estima que se elaboraron alrededor de 4.000 litros de locro. El plato se cotizó a $ 500, mientras que la docena de empanadas, a $ 1.000.
Algunos puestos de venta de locro presentaron novedades en su preparación y forma de presentarlo. Augusto Zelarayán lo hizo en mitades de zapallitos brasileños colocados sobre vasijas de barro. Paitato Paizmagli, ganador de la anterior edición de la Fiesta, presentó su locro al disco en una cavidad de “pan cacho”. Fue uno de los más llamativos. El puesto de Juan Burgos estuvo alentado por una encomiable iniciativa: la de reunir recursos para agasajar a niños cuando se celebre su día. Burgos repite esa costumbre solidaria de alegrar a los pequeños todos los Día del Niño y en Navidad./Lagaceta