La supervisora de enfermería del Hospital Materno Neonatal, lugar en el que se registraron cinco muertes de bebés en los últimos meses, se refirió al caso con fuertes dichos y lo señaló como un “genocidio”. También aseguró que tiempo atrás las autoridades del nosocomio le habían pedido quedarse “callada” en el marco de las investigaciones.
La muerte de un grupo de bebés sin patologías previas en el Hospital Materno Neonatal “Dr. Ramón Carrillo” de la provincia de Córdoba no sólo causó alarma y conmocionó al país en los últimos días, también derivó en una investigación judicial en medio del dolor de las familias.
Según los primeros datos que surgen del expediente, entre marzo y junio se identificaron cinco decesos que no obedecerían a causas naturales, aunque en las últimas horas el fiscal de la causa indicó que las víctimas fatales podrían llegar a 12. Por el momento solo una de las familias perjudicadas formalizó una denuncia, que se suma a las actuaciones que promovió el propio hospital.
“Lamento que esté pasando todo esto y que recién ahora haya salido a la luz, siendo que venía pasando desde marzo. Tengo pruebas de un niño que se quemó, que lo quemaron. No sabemos porque está todo en periodo de investigación. Pero no obstante, las cosas pasaron: que hay una mano negra, hay una mano negra”, señaló la supervisora de enfermería del Hospital Materno Neonatal.
Gladys Edith Ríos agregó: “En el internado de la planta baja del Hospital se atiende a todos niños sanos. Estos niños tenían un buen peso y con la mamá controlada. Ahí se desencadena todo esto que pasó de la noche que yo llamo ‘la noche de terror’, por lo que se vivió. Nadie con cargo quería ir a trabajar a planta baja por todo lo que había pasado con los chicos sanos”.
Según señaló la mujer, la situación se conocía desde hace tiempo. “Hubo gente que vino a entrevistar a los enfermeros a puertas cerradas”, señaló al tiempo que también aclaró: “Intenté hacer la denuncia pero nos decían que teníamos que quedarnos callados porque todo estaba en investigación. No nos daban la posibilidad de hacer una defensa en favor de las mamás”.
“Yo puedo decir que como supervisora he visto cosas espantosas”, aclaró Ríos en sus declaraciones. Luego, sobre la trágica particularidad del caso, indicó: “Este es el único lugar en el que pasó: ¿por qué no pasó en los otros hospitales en los que se dedican al mismo trabajo nuestro? Se utilizan los mismos medicamentos para todo”.
Según señaló después, se le inició sumario “sólo a dos” trabajadores del nosocomio. “Si yo tengo que hablar de ellos, para mi son excelentes en su trayectoria. Nunca los vi fuera del lugar de trabajo y no los creo capaces de hacer este tipo de genocidios, porque así lo llamo: para mi ha sido un genocidio”, completó la mujer.Del 18 de marzo al 6 de junio, murieron en total 11 bebés, en al menos 5 casos no fueron causas naturales y están bajo investigación
En el marco de este caso y consultado por Infobae, el doctor Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires, aclaró que “únicamente por administración por vía oral o por inyección se puede provocar la intoxicación por potasio e incluso la muerte”. Esto significa que un tercero, un enfermero u otro adulto debe facilitar la ingesta o inyectar la sustancia en el cuerpo de la víctima para que se presente un nivel excesivo de potasio que cause la muerte.
El fiscal de la causa dijo esta mañana a medios locales que se trabaja sobre “varias hipótesis”, entre ellas la de “mala praxis, homicidio o negligencia”, entre otras líneas como la posibilidad de que las muertes hayan sido causadas por algún “virus hospitalario”. “Se descartan hipótesis como complicaciones de vacuna, medicación o, estado de los medicamentos porque se administra la misma medicación en todos los hospitales. Esto es algo muy acotado y muy puntual”, sostuvo. Por el momento, investigan a una enfermera.