Organismos defensores de la libertad de expresión y disidentes políticos consideraron este sábado que las autoridades iraníes son responsables del ataque contra Salman Rushdie, ocurrido ayer en Estados Unidos, debido a que sostienen que Irán nunca revocó la fatwa que emitió el líder iraní Jomeini en 1989, que pedía la muerte del escritor indio, de nacionalidad británica y estadounidense.
La Unión Nacional por la Democracia en Irán (Nufdi), un grupo opositor con sede en Washington, dijo que «independientemente de que el intento de asesinato haya sido o no ordenado directamente por Teherán, lo que sí es casi seguro es que esto es resultado de 30 años de incitación por parte del régimen a la violencia contra este celebrado autor».
Rushdie, de 75 años, permanece en estado delicado, luego de haber sido atacado ayer en Nueva York, donde se disponía a comenzar una conferencia literaria en el Instituto Chautauqua, de la localidad homónima.
El ataque se produjo luego de que durante años, el discurso político en Irán dejó de lado la fatwua emitida por el ayatollah Ruhollah Jomeini en 1989 a raíz de los «Los versos satánicos», una novela que le valió a Rushdie el calificativo de «apóstata» en la República Islámica, pero el sucesor de Jomeini, el guía supremo Alí Jamenei, dispuso en los últimos años que la orden sigue vigente.
En este sentido, en respuesta a una pregunta formulada en la web oficial del guía supremo, Khamenei.ir, afirmaba en febrero de 2017 que la fatwa seguía siendo válida. «Respuesta: el decreto se mantiene tal como lo emitió el imán Jomeini», rezaba el mensaje, consignó la agencia de noticias AFP.
Por otra parte, continúa vigente una recompensa de más de 3 millones de dólares por la cabeza de Rushdie, ofrecida por la Fundación iraní 15 de Jordad, según los integrantes de esta asociación que defiende la libertad de expresión.
En tanto, el Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI), otro grupo opositor considerado ilegal en Irán, señaló que «Ali Jamenei y otros líderes del régimen clerical siempre prometieron cumplir esta fatwa antiislámica a lo largo de los últimos 34 años».
La agencia oficial de noticias iraní IRNA, en un artículo sobre el ataque, presentó a Rushdie como «el autor apóstata» de «Los versos satánicos», y recordó la fatwa emitida en su contra.
Rushdie fue apuñalado ayer en el cuello y el abdomen por un hombre que fue detenido e identificado como Hadi Matar, de 24 años, en un centro cultural de Chautauqua, en el norte del estado de Nueva York, donde el novelista iba a dar una conferencia.
Una fuente cercana a la investigación dijo al canal NBC que Matar «simpatiza con el extremismo chiita y los Guardianes de la Revolución», aunque hasta el momento no hay pruebas contundentes de una relación entre el atacante y esa fuerza iraní.
«Esta es la verdadera República Islámica; negocias con un régimen así y permites que sus simpatizantes y defensores entren en tu sociedad. ¿Entienden cómo nos sentimos en tanto que rehenes de este régimen?», se preguntó en Twitter Hossein Ronaghi, defensor de la libertad de expresión y uno de críticos más acérrimos de la dirigencia iraní dentro del país.
El ataque de Rushdie se produce en un momento delicado a nivel diplomático para Irán, que está examinando una oferta de varias potencias para resucitar el acuerdo de 2015 sobre su programa nuclear, y ese escenario aliviaría las sanciones que pesan sobre la economía iraní.
Las autoridades iraníes no hicieron comentarios oficiales hasta el momento. Mohammad Marandi, asesor del equipo negociador del programa nuclear, se manifestó en Twitter diciendo que si bien «no derramará lágrimas» por Rushdie, lo ocurrido es «extraño» en tiempos decisivos para la crisis en torno al programa nuclear iraní.