En los primero siete meses del 2022, los hackers de criptomonedas se adueñaron de 1.900 millones de dólares. Esto representa un incremento de 60% en comparación con el mismo periodo de 2021 cuando alcanzaron los u$s 1.200 millones, de acuerdo a información de la firma de inteligencia Chainalysis.
Los especialistas atribuyen gran parte de estos robos al aumento de los fondos sustraídos de los protocolos DeFi, una tendencia que comenzó en 2021, según sus propios registros.
Siguiendo esa línea, la empresa especializada remarcó que a la hora de comparar hay que tener en cuenta que los volúmenes de transacciones de criptomonedas en lo que va de 2022, tanto para entidades ilícitas como legítimas, bajaron en comparación a julio del año pasado.
Menos estafas
Chainalysis reveló que los ingresos totales por estafas para lo que va de 2022 se sitúan en 1.600 millones de dólares, lo que implica un 65% menos de lo que había hasta finales de julio de 2021.
En ese sentido, la mayor estafa hasta el momento consiguió 267 millones de dólares en criptodivisas, mientras que la más grande del año pasado fue el caso Finiko, que logró hacerse con 1.100 millones de dólares.
Para la firma, este descenso parece estar relacionado al criptoinvierno y la caída en precios de las criptomonedas. De hecho, precisaron que desde enero de 2022, los ingresos por estafas han caído más o menos en línea con los precios de bitcoin.
«A nadie le gusta un mercado bajista de criptomonedas, pero el lado positivo de esta situación es que la actividad ilícita ha caído junto con la actividad legítima», expresaron desde la compañía de inteligencia. También, aseguraron que la cantidad acumulada de transferencias individuales a estafas en lo que va de 2022 es la más baja de los últimos cuatro años.