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Nace Cannabis Conicet, la empresa pública para hacer pie en un negocio millonario

De cara a una veta comercial que asoma como una gran oportunidad para los próximos años, el Gobierno presentó una nueva empresa pública de base tecnológica con la que intentará explorar el negocio del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, con miras a la exportación. Se trata de un trabajo asociado entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y el Conicet que lleva por nombre Cannabis Conicet.

«Cannabis Conicet significa la presencia del Estado. La salud es un derecho y es el Estado el que tiene que asegurar ese derecho. Por eso el objetivo es el desarrollo de la tecnología pero, a la vez, la evaluación de su calidad para tranquilidad de quienes consuman estos productos», explicó el ministro Daniel Filmus, durante la presentación oficial de la empresa Cannabis Conicet en la sede de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y el Hospital de Alta Complejidad El Cruce Dr. Néstor Carlos Kirchner.

Acorde a las autoridades, la misión de Cannabis Conicet será fortalecer e impulsar la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial en la región, generando estándares de calidad e innovación en todas las etapas, desde el cultivo, la producción y el uso clínico e industrial, fortaleciendo tanto la capacitación y formación de recursos humanos, el valor económico y el valor social de la industria a través de su articulación con el sistema nacional de ciencia y tecnología.

El aporte del organismo científico se concentraría en múltiples niveles que van desde la formación de recursos humanos hasta la mejora en las técnicas de producción y genéticas nacionales, integrando conocimiento y desarrollo tecnológico asociado al cannabis, al cañamo y sus derivados. La meta es reducir los costos, mejorar la calidad del producto y ganar ventajas para la Argentina en un mercado cada vez más competitivo.

Cannabis Conicet significa la presencia del Estado. La salud es un derecho y es el Estado el que tiene que asegurar ese derecho. Por eso el objetivo es el desarrollo de la tecnología pero, a la vez, la evaluación de su calidad

Según detalló Filmus la apuesta es avanzar sobre el valor agregado para que la industria del cannabis medicinal en la Argentina no quede solo en la extracción de la semilla. Al contrario, de lo que se trata es de desarrollar la capacidad de elaborar productos con aporte tecnológico nacional para generar una verdadera industria con una matriz federal ya que el objetivo es multiplicar las unidades de producción en las diversas provincias.

«Puntualmente en este proyecto al que damos inicio en Florencio Varela, hay que destacar sobre todo el aporte del Conicet respecto a la calidad del producto a elaborar y la necesidad de que la presencia del Estado a través de los ministerios de Ciencia y Tecnología y Salud y de la Universidad Arturo Jauretche, asegure el derecho del acceso al cannabis medicinal de todas y todos los argentinos«, explicó Filmus a este medio.

Según el informe presentado en mayo de 2022 por el Ministerio de Desarrollo Productivo, son más de 50 los países que avanzaron en algún tipo de legalización para el cannabis de uso industrial y/o medicinal. A nivel global, Israel, Canadá y Estados Unidos se posicionan como referentes globales mientras que en el plano regional destacan Uruguay y Colombia como los primero países en avanzar en la reforma de sus legislaciones.

En 2000 la producción global de cannabis medicinal apenas rondaba las 1,4 toneladas. Veinte años después, ya ascendía a 468 toneladas y se estima que para 2024, el valor de la producción global alcanzaría los US$ 42.700 millones. En ese contexto, el cannabis de uso industrial y medicinal se presenta como una oportunidad para la Argentina por su intensivo know how tecnológico y agroindustrial.

«En este proyecto al que damos inicio en Florencio Varela, hay que destacar sobre todo el aporte del Conicet respecto a la calidad del producto a elaborar y la necesidad de que la presencia del Estado asegure el derecho del acceso al cannabis medicinal de todas y todos los argentinos»

Un dato que se destaca desde el Ejecutivo para graficar el boom de esta industria es el número de patentes. A 2016, la totalidad de las solicitudes relacionadas a variedades de cannabis alcanzaron las 320 presentaciones mientras que en los tres años posteriores, 2017-2019, se presentaron otras 470 solicitudes.

Acorde a la presentación formal, la nueva empresa Cannabis Conicet funcionará sobre cuatro valores centrales: el federalismo -articulando las capacidades existentes de la industria y el Conicet en todo el país-; la calidad y excelencia -con capacitaciones, asesoramiento técnico y transferencia de tecnologías desarrolladas in house-; responsabilidad social -para garantizar el acceso igualitario a toda la población- y agilidad -mediante mecanismos especiales que articulen industria y sociedad con el trabajo de los investigadores nacionales-.

«Esta empresa es un hecho significativo en el camino de construir soberanía tecnológica ya que es el Estado impulsando la investigación en cannabis a través de nuestros científicos y organismos de ciencia y técnica para desarrollar tecnologías y productos para mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad», señaló Carolina Gaillard, diputada del Frente de Todos, presente en el acto. Y resaltó que «es fundamental que todo el sistema público esté al servicio de generar conocimiento que sirva para garantizar el acceso a más y mejores productos para la salud de toda la comunidad».

En la Argentina, la Ley 27.350 de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados fijó un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo de la planta de cannabis y sus derivados. Luego, la ley 27.699, de este año, estableció el marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial abarcando la cadena de producción y comercialización nacional o con fines de exportación de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados con fines medicinales.

En ambas normas, el Conicet ha jugado un rol central a partir de la conformación de la Red de Cannabis Medicinal (RACME) y el acompañamiento a las actividades de investigación, desarrollo y vinculación tecnológica en la temática. Entre otras iniciativas, se impulsaron los debates sociales, culturales, científicos, tecnológicos y normativos necesarios para tejer una amplia red de investigadores, universidades, organismos, organizaciones de la sociedad civil, empresas y legisladores en torno a esta temática, explican desde el Gobierno.

En paralelo, el Conicet ha contribuido a la formación de recursos humanos a través de iniciativas como la diplomatura en Cannabis, que ya va por su segunda camada con más de 4 mil estudiantes. También informan desde el organismo la puesta en funcionamiento de más de 25 servicios tecnológicos de alto nivel y 15 proyectos de asistencia técnica e investigación y desarrollo relacionados a la temática junto al «Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados y Tratamientos No Convencionales» del Ministerio de Salud.

Asimismo, se ocupó de presentar los primeros registros públicos de variedades vegetales ante el INASE y contribuyó al trabajo realizado por ANMAT, el Ministerio de Salud y el Congreso Nacional en la definición de las normativas relacionadas. Y acompañará la integración del directorio de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).

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