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Cena íntima entre Alberto Fernández y economistas: alertas, reproches y cambios

Fue una larga cena donde hubo una coincidencia general entre los comensales en que la guerra de Rusia y Ucrania tendrá un impacto «muy severo» en las economías de América latina

Pero más allá del diagnóstico compartido, Alberto Fernández y su reducido grupo de funcionarios de confianza escuchó de parte de los economistas admirados por el kirchnerismo y referentes de peso de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal) fuertes alertas por lo que vendrá y reproches por el rol del Estado en la región.

En la intimidad de la residencia de Olivos, el Presidente recibió anteayer a José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal; al director de la Oficina de ese organismo en Buenos Aires, Martín Abeles; y a los economistas Joseph Stiglitz, Mariana Mazzucato, Gabriela Plump y Luca Khun von Bürgsdorff, quienes participan en Buenos Aires del 39° período de sesiones de la Cepal.

Poco trascendió de ese encuentro y hubo mucho hermetismo. La vocería oficial se limitó a transmitir unas fotos y apena dos breves párrafos del encuentro en el que detalló que el Jefe de Estado estuvo acompañado por los ministros de Economía, Sergio Massa; el canciller, Santiago Cafiero; el secretario de la Presidencia, Julio Vitobello y el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus.

De diversos comensales que estuvieron allí presentes, hubo una alerta generalizada de los economistas predilectos del kirchnerismo sobre el mundo que vendrá y advertencias del titular de la Cepal. 

En este caso, Zalazar es de la idea de que el 2023 «será un año muy duro que golpeará fuertemente a las economías vulnerables» como consecuencia de la guerra en Ucrania. Sin dudas, la Argentina estuvo en la lista de esas economías que serán castigadas mucho más de lo que fue hasta ahora los coletazos de la guerra.

También se analizó cómo afectará la inflación generalizada en el mundo y las proyecciones de recesión de contempla la Cepal para América latina el año que viene: se prevé un crecimiento general en América del sur de apenas el 1,2% y en el caso puntual de la Argentina se pasará de un crecimiento del 3,9% este año a la proyección del 1% para el 2023.

En este sentido, se mencionó por parte de los economistas el golpe a las economías como la de Argentina las altas tasas de interés de la FED o los Bancos Europeos. Y sobre el rol de los organismos de crédito en todo ello. No se contempla por parte de los economistas de la Cepal un incremento de las inversiones en América latina para el año entrante sino más bien una reducción drástica. 

Un destacado funcionario del Gobierno remarcó que en la cena de Olivos se habló de «revisar las distintas políticas públicas de la región e identificar, en el marco de la reconfiguración de las cadenas de valor que trajo aparejada la combinación de la pandemia y de la guerra, un plan común de toda la región, para estimular los mercados internos y desarrollar una estrategia de internacionalización conjunta».

También Stiglitz y el resto de los economistas mencionaron la importancia de identificar sectores y modalidades de encadenamientos productivos en la región para sumar valor agregado a la producción, y a las exportaciones. «Los compromisos que se han asumido al 2050 de ir a la neutralidad del carbono, implica grandes transformaciones productivas en las que obviamente hay mucha reticencia a las mismas, pero es necesario avanzar en los compromisos tomados», dijo uno de los comensales sobre la reunión.

En este sentido, se mencionó que esas políticas han sido esenciales para el manejo de la crisis sanitaria por ejemplo con vacunas desarrolladas con recursos públicos en tiempo récord. 

Alberto Fernández intervino en este punto para destacar que la economía del conocimiento es «el sector de mayor potencial en Argentina porque genera valor y empleo, amplía la capacidad exportadora e impacta directamente en la economía real y en la calidad de vida de nuestros pueblos», según dijo un funcionario.

Por otra parte, en la cena de Olivos Alberto Fernández escuchó detalles del informe que preparó la economista Mazzucatto titulado «Cambio transformacional en América Latina y el Caribe: un enfoque de política orientada por misiones».

El canciller Santiago Cafiero y el titular de la Cepal, Manuel Zalazar

El documento que fue presentado en la asamblea de la Cepal está dirigido a los Gobiernos de América Latina y el Caribe para que impulsen estrategias industriales modernas orientadas a objetivos climáticos y de inclusión, en un giro radical respecto a los modelos tradicionales de desarrollo económico.

A la vez, se mencionó en el encuentro con el Presidente el informe que subraya la necesidad de una reforma estructural para hacer frente al retraso de la productividad, el limitado espacio fiscal y la «escasa capacidad del sector público en la región».

Desde la Cepal, Zalazar dejó en claro que para enfrentar el futuro inmediato la Argentina como el resto de América latina deberán impulsar reformas tributarias, un fuerte combate a la inflación y la necesidad de orientar el gasto público a los sectores vulnerables.

Alberto Fernández escuchó con atención las advertencias tanto de Stiglitz como de Plump y Mazzucatto. En su informe, Mazzucatto establece recomendaciones claras para alinear la trayectoria de crecimiento económico de cada país con la resolución de los problemas sociales, económicos y medioambientales. Plantea un programa mediante un nuevo enfoque «orientado a misiones» de la inversión, la innovación y la estrategia industrial.

El canciller Cafiero remarcó que el Gobierno está muy activo en el armado de misiones comerciales para mantener en alto el nivel de exportaciones. Y el ministro Massa también también habló de los números de proyección de exportaciones previstas al 18 de octubre pasado que son de 62.800 millones de dólares.

Stiglitz y Alberto Fernández durante el encuentro reservado en Olivos

Sin embargo, tanto optimismo oficial no pudo balancear el panorama oscuro que dejaron impregnado en la cena de Olivos los economistas más mimados por el Frente de Todos y el Presidente se quedó con un sabor amargo sobre el mayor impacto de la guerra en el futuro inmediato de la Argentina.

De hecho, ayer, en la apertura de la asamblea de la Cepal Alberto Fernández afirmó sin vueltas que «la situación actual nos exige una mirada crítica y respuestas innovadoras para diseñar políticas y soluciones hechas en y para América Latina y el Caribe».

En su mensaje dirigido desde el Centro Cultural Kirchner el jefe de Estado advirtió que «vivimos en el continente más desigual del mundo. Aquí la brecha entre ricos y pobres es la más profunda del planeta y quienes aquí estamos, somos parte de la humanidad sobreviviente de la pandemia», y reafirmó el objetivo de «encontrar los modos para no postergar el desarrollo de sociedades que necesitan crecer en un marco de mayor equidad».

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