Horacio Rodríguez Larreta empieza a explorar una nueva forma de comunicarse con el electorado, sin redes y en forma directa. No le resulta sencillo. Su zona de confort es la gestión, el trabajo detrás de escena para resolver cada problema, grande o pequeño, que viven los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. Pero quiere ser candidato a Presidente y sabe que necesita exponerse de otro modo para llegar a una población acostumbrada a liderazgos emocionales.
El ya lo dijo en público, y su equipo lo reafirma. Su nueva pareja, Milagros Maylin, es quien le fue marcando la necesidad de contactarse de otro modo.
Al equipo que lo acompañó, Omar de Marchi, Alvaro González, Carlos Pedrini y su secretario de medios, Christian Coelho, les pidió más de una vez «déjenme solo, no me rodeen». Quería ver qué pasaba, si la gente se le acercaba o no, qué le decía, conversar desde otro lugar.
Allí percibió que algunos parecían no conocerlo, que otros lo conocían y no podían creer que estuviera caminando por donde ellos caminan, y unos pocos se acercaban para preguntar qué andaba haciendo.
Larreta quería preguntarles cómo estaban, de qué vivían, que sentían en este momento difícil de la Argentina. Así, se iba rompiendo el hielo para que se acerquen otras personas, y un grupo se fue caminando con él.
Llegó a la Casa Histórica y varios paseantes le pidieron selfies que él aceptó y hasta facilitó, cuando algún ángulo no tenía la perspectiva necesaria para llevarse el bien encuadrado recuerdo.
En Tucumán, como en casi todo el país, la interna de Juntos por el Cambio está al rojo vivo. El candidato a gobernador de Larreta es Germán Alfaro, actual intendente de San Miguel de Tucumán. Pero en la UCR quieren que sea el ex intendente de Concepción, Roberto Sánchez, actualmente diputado nacional.
Como no hay PASO en Tucumán, donde las elecciones provinciales se realizarán el 14 de mayo, existen fuertes dudas acerca de cómo definir la fórmula de la coalición opositora. «Primero la unidad. No hay nada que pueda poner en duda la unidad. Estuve hablando con el equipo del PRO y con muchos de los dirigentes radicales: con Sánchez, con José Cano, con Mariano Campero y con Silvia Elías de Pérez. Veo en todos la coincidencia de que la unidad es algo que no se discute», aseguró Larreta.
No hay un líder, sino una mesa donde están el exPresidente, los cuatro gobernadores, los presidentes de los partidos nacionales que integran la coalición y los jefes de los bloques del Senado y Diputados
Sobre la disputa nacional repitió lo que ya viene diciendo en los últimos días en Buenos Aires: No hay un líder, sino una mesa donde están el exPresidente, los cuatro gobernadores, los presidentes de los partidos nacionales que integran la coalición y los jefes de los bloques del Senado y Diputados«. Es su manera de quitarle relevancia al rol de Mauricio Macri.
Ya de regreso de su recorrida se dirigió al hotel donde se alojaba y se preparó para el cierre del evento de la Fundación Federalismo y Libertad que cumplió 10 años impulsando desde el NOA las ideas del tucumano Juan Bautista Alberdi y otros padres de las instituciones republicanas en el país como Nicolás Avellaneda y Julio A. Roca.
La cena se realizó en el predio de la Sociedad Rural de Tucumán y, luego de la presentación de José Guillermo Godoy, titular de la Fundación, Rodríguez Larreta brindó los cinco tópicos en los que centrará su plan de gobierno.
1. Estabilización. «No para los 100 primeros días de gestión, sino para las 100 primeras horas».
2. Trabajo. «Actualizar la legislación laboral para acabar con la industria del juicio y sin tenerle miedo a la desregulación».
3. Replanteo de los planes asistenciales. «La asistencia social está privatizada a través de organizaciones que se encargan de repartir. Se requiere modificar ese esquema».
4. Federalismo. «Los gobernadores se llenan la boca de federalismo, pero mendigan fondos a funcionarios nacionales que no conocen Tucumán. Son hipócritas».
5. Reinserción en el mundo. «Somos un país cerrado, pero el potencial productivo de la Argentina en general y de Tucumán en particular es inconmensurable».
Rodríguez Larreta habló al final de un evento que duró tres días, con la presencia de los ex presidentes de Colombia, Álvaro Uribe Vélez; de Paraguay, Federico Franco y de Uruguay, Luis Lacalle Herrera, además de la senadora Carolina Losada, los ex ministros de Economía Alfonso Prat Gay y Domingo Cavallo, el empresario Cristiano Rattazzi y el presidente de ADEPA Daniel Dessein, entre otros. Los desafíos de la democracia en un contexto de creciente polarización política fue el tema central del debate.
La sorpresa fue un Rodríguez Larreta que en su discurso buscó dirigirse a la audiencia con un tono más alto y enfático, gesticulando con los brazos y tratando de empatizar con varias mesas de jóvenes que están políticamente más cerca de Patricia Bullrich o Javier Milei, que critican al Jefe de Gobierno por «tibio» o «socialdemócrata».
¿Lo logrará? ¿Tiene tiempo todavía? ¿Convocará a la minoría intensa que Mauricio Macri descubrió cuando ya había perdido las PASO y hoy sostiene sus sueños de volver? ¿O está convencido de que lo votarán igual, porque será la única opción que llegará a la final? Dentro del equipo de Larreta el debate está abierto.