Además de estar en boca de muchos argentinos por ser nuestro próximo rival en el Mundial de Qatar, Polonia está conquistando público local con sus ficciones del streaming. Lo hizo hasta hace poco con La gran inundación, lo hace ahora con La banda del guante verde, una comedia que no pinta para tanque ni para fenómeno, pero entretiene. No es poco en tiempos de producciones vende humo.
Si bien la fórmula presenta una suma de clichés, en la combinación de ingredientes se encuentra un buen resultado, con algunas vueltas de tuerca que hacen la diferencia.
No es el típico caso, muy en boga en esta época (tanto en la realidad como en la ficción), que muestra a un grupo de mujeres armando y desarmando las valijas para pasar el último tramo de sus vidas bajo un mismo techo, más en plan amistad que en plan familia cuidadora.
Lo de Zuza, Kinga y Alicja es distinto. Ellas son amigas, sí, pero fundamentalmente son ladronas. Y socias. Y llevan sus atracos de maravillas, hasta que uno, justo el que se ve en el arranque de esta simpática serie polaca, no sale tan bien. Se llevan el botín, pero el tatuaje de una de ellas (tomado por una cámara) abre la pistas para poder cazarlas.
Ante la amenaza de ser descubiertas, el cerebro del equipo, Zuza, baja la orden de armar bolsos, fingir ciertos deterioros físicos y discapacidades y entrar a una residencia que se supone seria. Las otras dos, no tan disciplinadas ni organizadas, se resisten, pero finalmente aceptan el reto (en sus dos acepciones).
No sólo no es una residencia seria, sino que ellas «terminan contaminando el lugar” (según la directora de la institución, un personaje clave, con interesante paleta de tonos oscuros). En realidad, «terminan rejuveneciendo», de alguna manera, a los otros pacientes.Tres actrices polacas que se lucen en esta serie: Malgorzata Potocka, Magdalena Kuta y Anna Romantowska.
De a poco se irá viendo cómo, en clave de humor, pero también de experiencia de vida, contagian algo de su espíritu, a la vez que le quitan el velo a un puñado de secretos de ese sitio, llamado Segundo hogar: “Parece que vamos a tener más trabajo aquí que cuando éramos libres”, dice una de ellas.
El guión no tiene nada del otro mundo, que sí lo tiene la fotografía. La trama es sencilla, hace pie en la infalible fórmula narrativa de que “viejos son los trapos… y, si no, mirá”, y las actuaciones del trío protagónico inclinan la balanza hacia el escalón del “bueno”.
Magdalena Kuta (como Zuza), Malgorzata Potocka (como Kinga) y Anna Romantowska (como Alicja) componen un tridente estupendo para interpretar a esta supuestas tres ancianas que eligieron despedirse de este mundo unidas, junto a otra gente de su misma edad.Kinga (Potocka) es la que más se resiste a entrar en el geriátrico. Y luego es la estrella del lugar.
Lejos de ser un clásico relato romántico sobre la tercera edad, La banda del guante verde se las ingenia para contar ese momento de la vida mostrando a sus tres “chicas” con gracia, picardía y astucia, tres sustantivos que no tienen por qué tener fecha de vencimiento.