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Surge una luz amarilla para inversores: el «efecto Lula»

Los mercados emergentes están cerrando el 2022 con un rally navideño del que se beneficia hasta la Argentina pese a las fragilidades de todo tipo que tiene su economía.

La sorpresa viene siendo cuanto sucede en Brasil, con el dólar pasando de 5,18 reales a cerca de 5,30 reales en el mes.

TRANSICIÓN ÁSPERA

Las pérdidas también llegan al «EWZ», el ETF (fondo de inversión) de las acciones brasileñas cayendo 15% desde los u$s 31,50 de fin de noviembre a los u$s 27 de ayer.

La transición entre los gobiernos de Jair Bolsonaro y el de Lula da Silva está ampliando los temores de los inversores acerca de las medidas que llevará adelante el hombre fuerte del PT cuando asuma en enero.

El primer baldazo de agua fría recibido en la plaza financiera fue el pedido de Lula de eliminar el techo al gasto público para atender mayores demandas de asistencia social.

Un activo de la economía brasileña en las últimas décadas fue el haber emprolijado las cuentas públicas, lo que derivó en una baja inflación y una mejora para los brasileños, de todos los niveles de ingresos.

Pero una de las incógnitas principales al momento del triunfo de Lula en las elecciones presidenciales pasaba por saber quién iba a ser su hombre en lo económico.

La elección de Fernando Haddad decepcionó a los inversores dado que de todos los nombres que se barajaban para el Ministerio de Finanzas, el elegido por Lula era el más volcado a la izquierda.

De esta manera se evaporaron rápidamente las visiones optimistas de que la ortodoxia llevada a cabo por el ministro de Bolsonaro Paulo Guedes, la iba a mantener el nuevo gobierno.

¿Puede repertirse un efecto caipirinha en mercados emergentes? No pareciera ser posible. El margen de Lula está limitado por el escaso apoyo que detenta en el Congreso brasileño, lo que le pone freno a medidas que debe contar con el visto bueno del Poder Legislativo.

El contexto internacional ayuda a que no haya sorpresas negativas en los mercados emergentes.

Tras el dato de inflación en Estados Unidos conocido hoy, más bajo del esperado, crecieron las chances de que la Reserva Federal ponga rápidamente fin a las subas de las tasas de interés, eventualmente en marzo.

Si bien no va a reducirlas en el corto plazo, al menos se frenará en el corto plazo el ciclo de subas. El crecimiento de las economías emergentes se estima en 3,6% aunque en América latina la proyección se reduce al 1,1%.

La herencia recibida por Lula también ayuda a que no haya «efecto caipirinha». Guedes emprolijó las cuentas, niveles de deuda razonables.

El papel emblemático de Brasil a 10 años tiene un cupón de intereses de 3,875% y un rendimiento final de 5,8% anual. Si se toma en cuenta que la Argentina al 2030 tiene bonos en dólares con rendimientos en torno al 36%, cuanto sucede hoy en materia financiera en Brasil, aún con los cambios que introduzca Lula siguen siendo envidiable.

Chile y Paraguay son países de la región que cuentan con un rendimiento, o riesgo país, menor al de Brasil. Incluso Perú, en plena crisis política tiene bonos a diez años con retornos de apenas 4,9% anual.

En definitiva, lo que importa, más allá de las volatilidades que tengan los gobernantes de turno, son las instituciones de cada país las que limitan el posible daño que genere un gobernante.

La alegría sigue siendo brasileña. El mercado igual mira de reojo.

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