El primer engranaje para conseguir la batería de litio «made in Argentina» se puso en marcha. Más de 115 toneladas de equipamiento tecnológico se descargaron sobre una moderna construcción donde funciona el laboratorio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la empresa Y Tec (de YPF) que montará la única planta nacional de celdas de acumuladores a base a este mineral que busca revolucionar las energías.
Las máquinas llegaron de China. Son mixers, hornos, cicladores, cutting/stack, deshumidificadores y dos imponentes prensas de 13.000 kilogramos cada una. Ya están todas listas para operar en un edificio del UniLiB, el laboratorio de la universidad platense situado en el Polo Productivo Tecnológico “Jorge Alberto Sabato”, sobre 113 entre 64 y 66, de la capital bonaerense.
En Argentina no hay empresas o emprendimientos que produzcan baterías de litio. La de la Unilib estaría entregando las primeras piezas en marzo de 2023, según confirmaron autoridades del ministerio de Ciencia y Teconología que esta semana supervisaron la llegada de las máquinas.
Por ahora la planta no se sumergirá en el mercado. Proveerá las pilas a organismos estatales que utilicen vehículos eléctricos. «En una primera etapa será mediante convenios y uno de los que tendrán estos insumos serán los vehículos que usa el Ejército», explicaron cerca del ministro de Ciencia, Daniel Filmus.
Unilib es un proyecto conjunto: el edificio tiene una superficie de 1.650 m2 y su obra civil, maquinaria y producción de materiales de electrodos requirió inversiones por 770 millones de pesos. El Ministerio de Ciencia aportó 210 millones de pesos, la UNLP 280 millones e Y-TEC (la firma de tecnología de la petrolera estatal) otros 280 millones de pesos.
Argentina tiene el 22% de los recursos de litio a nivel global y se ubica en el cuarto lugar dentro de los países productores de este mineral. «A partir de la alianza estratégica entre la UNLP e Y-TEC, el país estará en condiciones de sumar valor agregado a este recurso para fabricar celdas y baterías y desarrollar sistemas de almacenamiento de energía más eficientes, limpios y ligeros», explicó el ministro Filmus.
El predio se inauguró en agosto, con una visita del Presidente Alberto Fernández. Pero aún faltaba que llegaran los 13 contenedores con los componentes de la fábrica.
El responsable de Y-Tec, Roberto Salvarezza, explicó que «acá están volcados más de 12 años de generación de conocimiento en el sistema científico argentino, base fundamental para avanzar en nuevas etapas de desarrollo”.
Es que la UNLP viene trabajando con el litio desde hace años. En 2016, un equipo de la Facultad de Ingeniería puso en marcha el «Ecobus Universitario», el primer transporte cien por ciento ecológico de la ciudad de La Plata. El bus eléctrico fue ideado y gestado íntegramente en la UNLP, y desde entonces recorre –con dos unidades- las calles del bosque platense.
Al Ecobus le siguió el Ecoauto, el primer automóvil eléctrico desarrollado por una universidad latinoamericana, e impulsado con baterías de litio. El vehículo, un VW Gol adaptado con materiales reciclados, se enchufa a un tomacorriente estándar y consume la mitad de energía que un aire acondicionado para recargarse, en un tiempo estimado de 5 horas, según explicó el decano de Ingeniería e impulsor de estos proyectos, Marcos Actis.
Cuando funcione a pleno, la planta tendrá una capacidad de producción anual -medida en energía almacenada- de 13 MWh, equivalente a 1.000 baterías para almacenamiento estacionario de energías renovables o unas 50 para colectivos eléctricos.
Trabajará más de medio centenar de técnicos, obreros y profesionales. La Provincia otorgó un subsidio especial para la capacitación del personal. La Escuela de Oficios de la UNLP capacitó a una primera tanda de operarios para la fase inicial de puesta en marcha de la planta, quienes luego serán miembros de la carrera de personal de apoyo del Conicet.
El litio, el metal más liviano de la Tabla Periódica, fue descubierto en 1817. Más de 200 años después se posiciona como objeto clave de la revolución tecnológica por su utilidad para el desarrollo de baterías para dispositivos móviles como celulares, tablets y laptops. También promovió un empujón a la aparición de vehículos híbridos y eléctricos.
La UNLP, Y-Tec y el Conicet se proveerán de materia prima de los yacimientos de Catamarca. Hasta ahora, el negocio del litio en Argentina se limita a la exportación de dos productos: el carbonato de litio (equivale al 93% de las exportaciones) y el cloruro de litio.
Más allá del proceso de obtención del carbonato de litio a partir de la salmuera, no existe ningún producto industrializado luego de este proceso. «Es imprescindible que Argentina tenga esa capacidad de desarrollo de esa tecnología», explicó Filmus.
Según las estimaciones oficiales, la capacidad extractiva a nivel local podría alcanzar pronto casi las 200.000 toneladas anuales, o sea, cinco veces la producción actual.
La demanda es impulsada por el incremento en la fabricación de baterías para las automotrices y por su utilidad en la industria cerámica, del vidrio, en la elaboración de grasas y aceites resistentes al calor, polímeros, elaboración de medicamentos, en aleaciones livianas junto aluminio y cobre, especialmente para la industria aeronáutica.
También se utiliza como combustible nuclear en reactores de fusión nuclear (fusión de núcleos livianos), tecnología que aún está en desarrollo, dijeron en Ciencia y Tecnología.