El caso del cuidacoches que fue denunciado y detenido por amenazas en Mendoza al 1300 de Rosario, tuvo en las últimas horas su primera resolución judicial. Carlos A., conocido en la zona como Charly, fue imputado formalmente por ese delito en seis casos, recuperó la libertad porque no posee antecedentes penales, pero tiene absolutamente prohibido hacer contacto con las víctimas y acercarse a menos de 10 cuadras a la redonda de esa calle.
En la audiencia realizada ayer, que fue presidida por el juez de Primera Instancia, Nicolás Foppiani, Charly pidió declarar y manifestó “estar arrepentido” de haber cometido los hechos que se le atribuyen, según indicaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación. Además de las restricciones que se le impusieron a su libertad, Charly tuvo que fijar domicilio ante la justicia, deberá presentarse cada quince días a firmar ante la Oficina de Gestión Judicial y también se le impuso una fianza de 10 mil pesos.
La fiscal Silvana Valero le atribuyó a Charly la autoría de seis hechos de amenazas coactivas y simples a personas que viven en la zona de Mendoza al 1300 y también al personal docente, y a padres de alumnos, de la escuela de música que funciona en esa cuadra.
En todos los casos, según la acusación, el cuidacoches se manifestó en forma violenta o amenazante ante las personas que llegaban al lugar, a quienes les exigía la entrega de dinero a cambio de cuidar o lavar autos, caso contrario tomaría algún tipo de represalia. Los hechos sucedieron entre el 16 y 18 de enero. El juez Foppiani hizo lugar a la acusación de la fiscal y decidió imputar por amenazas a Charly. En forma paralela, el magistrado dispuso la libertad del muchacho, previo el pago de una fianza de 10 mil pesos, pero con estrictas restricciones.
En declaraciones al programa «El primero de la mañana» de LT8, Anahí Yofra, directora escuela de música de Mendoza al 1300, señaló este viernes que la preocupación de los vecinos «continúa, pero se logró sentar un precedente. Estamos satisfechos porque esta resolución suma. Nosotros no somos quienes para evaluar cómo se tiene que aplicar la ley. Pero para nosotros eran extorsiones y amenazas permanentes desde hace dos años y medio. Llevamos diez años trabajando en la cultura de la ciudad y esto amerita que nos brinden seguridad de la forma pertinente».
«Este hecho sienta un precedente. Hasta el día de ayer se acercaron más vecinos con la intención de instalar cámaras en la cuadra para nuestra seguridad, que la cuadra no lo tiene. Todos hechos se pudieron comprobar porque el accionar fue permanente, no sólo contra nosotros, sino contra transeúntes y personas que vienen a la escuela», agregó.
