Axel Kicillof y Daniel Scioli tuvieron un encuentro a solas, breve, en el marco de la visita del gobernador de Buenos Aires a San Pablo y compartieron una intensa agenda durante todo el día. Mientras se trasladaban de un lado al otro conversaron sobre el vínculo de la provincia con Brasil y celebraron la colaboración ofrecida por los empresarios paulistas.
En un mensaje orientado a calmar la crisis local, el gobernador acusó a opositores de «sabotear» la economía del país mientras que los brasileños indicaron que la escasez de dólares argentina es «coyuntural» y prometieron solicitar financiación ante el gobierno de Lula da Silva para exportar a la Argentina.
El desembarco exprés de Kicillof arrancó con una charla frente a una treintena de empresarios bonaerenses que participan de la Feria Automec, el mayor evento anual de América Latina para el mercado de autopartes. El desayuno de trabajo tuvo lugar en la residencia oficial del Consulado General y Centro de Promoción de la República Argentina en San Pablo donde lo acompañaron el cónsul Luis María Kreckler; el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; el jefe de Asesores, Carlos Bianco; el subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones, Ariel Aguilar; y la subsecretaria de Industrias, Pymes y Cooperativas, Mariela Bembi.
«Así como Brasil es un socio estratégico para la Argentina, el Estado de San Pablo es un actor clave para la integración productiva y el desarrollo de la provincia de Buenos Aires», buscó seducir a sus interlocutores el mandatario bonaerense. Además defendió la gestión actual mientras en el país subía el dólar: «Aún con todas las dificultades que hemos tenido que atravesar, estamos revirtiendo cuatro años de desindustrialización y endeudamiento», aseguró el ex ministro que reivindicó la política industrial y el rol actual de la banca pública«que estaba al servicio de la especulación»
Scioli por su parte destacó que «el desarrollo de la industria automotriz implica integrar cada vez más al autopartismo nacional; y eso es más trabajo argentino y más divisas para el país». Apenas hizo una leve mención al año electoral: «Eso es lo que se discute este año: la producción, el trabajo y la industria argentina».
Antes de reunirse con el presidente de la Federación de Industrias del Estado paulista (FIESP), Josué Gomes da Silva y autoridades de la entidad y de inaugurar el stand argentino en el centro de exposiciones, Kicillof acusó a economistas de la oposición de «sabotaje» contra la Argentina.
En una charla con el corresponsal de la agencia de noticias Télam el gobernador advirtió que «una cosa es que sectores pulseen para lograr una devaluación y una cosa distinta es que vayan a sabotear a la Argentina». Se refería a la denuncia de Sergio Chodos, representante ante el FMI, del ministro de Economía Sergio Massa y del presidente Alberto Fernández. «Esto es grave penalmente y no hubo desmentida» respondió el ex ministro de Economía.
Tras el encuentro con los argentinos, el paulista Gomes da Silva apuntó que » necesitamos también tener una integración cada vez más fuerte y, eventualmente, si conseguimos, dar nuestro apoyo a Argentina en este momento de transición, que en función de la sequía, que es un evento inesperado, no es una cuestión estructural sino coyuntural frente a esta escasez de dólares».
El industrial, de buen diálogo con Lula da Silva, se comprometió a trabajar para dar financiamiento » para que las empresas brasileñas puedan exportar a Argentina, pero también colaborar con el abastecimiento en el mercado argentino porque tenemos convicción de que nuestro destino es la unión y la integración cada vez más próxima entre la industria brasileña y la industria argentina».