Roberto Sánchez dejó este mundo el 4 de enero de 2010, pero trece años más tarde Sandro sigue despertando las mismas pasiones de siempre. Por eso este sábado, en el día de su cumpleaños 78 y en su ya famoso castillo de Boedo, se organizó un evento que a diferencia de años anteriores, tuvo ribetes especiales.
En primer lugar, Los Tabaleros presentó un dueto muy particular junto al cantante, que formará parte de su próximo álbum Caramelos de felicidad.Los Tabaleros en el cumple de Sandro en el célebre castillo en Boedo
Este grupo folklórico, de imagen tan original como su sonido, que la viene rompiendo desde hace un par de años, le rindió tributo al ídolo presentando su versión folk de Porque yo te amo, en un dueto junto a la voz de su autor. Y ya cerrando la velada hicieron una especial rendición de Guitarras al viento cantada a capella.
Además, su familia, con su esposa Olga Garaventa a la cabeza y junto al compositor y director de orquestas Angel Mahler, aprovecharon el festejo para anunciar uno de los proyectos más ambiciosos referidos al Gitano.
El show sinfónico que se viene
Se trata de Sandro de película sinfónico, un mega espectáculo proyectado para realizarse el próximo 22 de noviembre en el Luna Park, en consonancia con los 60 años de Sandro con el disco y también por el Día de la Música.Angel Mahler y Olga Garaventa Sánchez en el anuncio del espectáculo sinfónico en el Luna Park con el repertorio y la voz del Gitano
Con producción de Ángel Mahler, por primera vez se escuchará la voz del ídolo entonando sus clásicos imbatibles (Rosa Rosa, Guitarras al viento, Penumbras y tantos más) acompañada y envuelta en un marco de música sinfónica, con una orquesta que dirigirá Damián Mahler, el hijo de Ángel.
Las canciones seleccionadas refieren a distintas escenas de films de Sandro (quien rodó 11 películas entre 1969 y 1980, incluyendo una que él mismo dirigió: Tú me enloqueces) con la particularidad de que todas ellas han sido pasadas a HD, o sea Alta Definición.
Ángel nos contó así sobre este show: «Es un proyecto soñado. El público se va a encontrar con Sandro cantando en pantalla gigante, y su voz estará acompañada por una orquesta sinfónica de 60 músicos. Volveremos a sentir su cálida voz con orquestaciones preparadas especialmente por mi hijo Damián y por mi».
Y agregó: «Mientras creamos este espectáculo sinfónico, nos gusta imaginar que es un concierto que a Sandro le hubiese gustado hacer: encontrarse con la potencia de una orquesta sinfónica con todos sus matices interpretando su música. Es un proyecto que nos enorgullece desarrollar junto a su familia y todo el equipo. Y creemos que el Luna Park es el marco ideal para que sus fans disfruten plenamente del ídolo».
Habla Olga
Por su lado, Olga Garaventa de Sánchez, visiblemente emocionada, tuvo palabras muy sentidas en esta fecha tan especial, que dirigió a un grupo de fieles Nenas presentes esta tarde en el festejo:Olga Garaventa Sánchez
«Es un día de mucha emoción, de alegría y también de un poquito de tristeza porque van a ser catorce años que él no está. Pero aquí estoy, llevándola adelante y con una gran expectativa por este concierto. Este era un proyecto que su familia junto a nuestros colaboradores de Sandro Producciones veníamos acariciando desde hace muchos años. Y por distintas circunstancias no lo habíamos podido concretar».
«Ahora -dijo- con la aparición de Angel Mahler, las cosas finalmente se nos dieron. Para mí va a ser hermoso poder verlo a él en pantalla grande y debajo toda esa gran orquesta acompañándolo en sus canciones. En el día de hoy lo recuerdo a Roberto como a la misma felicidad, y le mando un beso enorme al cielo».
Las batallas del amor
El propio Sandro les llamaba “La Batalla del 19”, porque lo que se producía a las puertas de su regia mansión en Banfield en cada cumpleaños suyo no era otra cosa: miles de fans (sus ya míticas “nenas” pero tambien muchos “nenes”) llegaban desde la noche anterior desde distintos puntos del país para apostarse en las inmediaciones de la calle Berutti al 200.Cumpleaños de Sandro con Los Tabaleros en vivo
Sandro las miraba divertido, desde su portero visor instalado en la cocina y escuchaba los cánticos de esa tribu enardecida. Las horas pasaban hasta que llegaba el momento ansiado por su legión de fans, y a las 17 en punto la puerta blanca se abría y aparecía él. Ataviado con una de sus clásicas batas y esa sonrisa compradora en el rostro.
El Astro salía a saludar pero más que nada a agradecer el fervor y la paciencia de tantos años. Y ése era el punto más álgido de la batalla. Hoy sábado, esa misma batalla se reprodujo una vez más, ahora en su castillo. Y la memoria y el legado artístico y cultural de Sandro fueron realzados con el anuncio de un proyecto que seguramente va a emocionar a sus fans de siempre que jamás lo olvidaron.
Las «nenas» de Sandro. Su fiel fan club en plena celebración del cumple
Sandro en el Luna Park
Con respecto a Sandro y su relación con el Luna Park, el derrotero es cuanto menos curioso. La primera vez que el Gitano se presentó allí fue en 1962.
En esa ocasión, el que sería ídolo continental sólo unos años después, llegó acompañado por su banda de entonces, Los de Fuego, como relleno en un festival y concurso de twist, un baile muy de moda en aquella época popularizado por Chubby Checker.
Pero claro, el grupo era desconocido. ¿El resultado? A Sandro lo echaron del escenario ¡a monedazos!. Así lo recordaba él y así se lo contaba a la periodista Graciela Guiñazú, luego publicado en su libro biográfico Sandro de América (Editorial Planeta, 2017):
“Es verdad, con Los de Fuego nos bajaron a monedazos porque éramos medio contestatarios. Vinimos como teloneros a un festival organizado por el programa La Escala Musical que era gran éxito de aquellos años. Subimos. Teníamos puestos unos pulóveres bordó con una F de lamé que nos había pegado mi vieja. Y ya en el primer tema empiezan los silbidos».
Y amplió: «Segundo tema: al llegar al solo de guitarra nos tiramos todos por el suelo, cosa impensada en esa época, pero ni nos escucharon, la lluvia de monedas fue tan grande que tuvimos que salir rajando. ¡Qué bronca nos comimos! Creo que esa noche habían acuñado monedas especiales para nosotros. Sin duda, fuimos los primeros en incorporar la pirotecnia y los gritos en el escenario. Yo, con toda la calentura, dije: ‘Voy a volver y estos van a matarse aplaudiéndome’. Diez años después volví”.
Y cumplió su palabra. Muy diferente iba a ser esa segunda visita al templo del boxeo. Ello aconteció en 1972, o sea diez años después y ya como Sandro de América. Y la rompió. El público no lo dejaba irse. Para entonces en las radios y los tocadiscos de todas las casas no paraban de sonar temas como Una muchacha y una guitarra, Trigal, La vida continúa, Te propongo o Penas.
Paralelamente ya había estrenado seis de sus películas con un tremendo éxito de taquilla: “Pensar que el 12 de octubre de 1972, cuando volví, diez años después de los monedazos, concreté mi primer unipersonal en el Luna. Fui el primer cantante que hizo en este estadio un recital como solista”.
En 1988, por los 25 años de Sandro con la música desde su primer disco simple: ¿A esto le llamas amor? (y en el lado B, Eres el demonio disfrazado), el festejo lo lleva nuevamente al Luna Park.
“La primera noche estuve una hora y media paradito allá arriba como un salame”, recordó, porque Sandro aparecía colgado de una suerte de jaula móvil que lo bajaba hasta el centro del escenario. Se reía de aquella situación un poco ridícula que encima, la segunda noche, terminó con un blooper, porque cuando tocó el suelo, se le enganchó el taco de la bota blanca con un escalón y aterrizó en medio del escenario.
Esa imagen fue transmitida en vivo y en directo por Teledos, en el programa La noche del sábado, de Gerardo Sofovich. Sandro quedó cual príncipe de rodillas y, tras una breve pirueta, se acomodó la pilcha de Elvis (traje de raso blanco, con volados que simulaban alas) y arrancó el recital con una sonrisa, como si nada hubiera pasado.
Aquella vez, a la única presentación prevista para el viernes 26 de agosto en el Luna Park, debieron agregar por entradas agotadas otras dos funciones para el sábado 27 y el domingo 28. Finalmente haría un último recital ahí el 1° de julio de 2000, para un evento privado de una empresa de cosméticos donde las privilegiadas fueron 7000 promotoras de todo el país y de Uruguay.