Marcelo Albaca es el contador general de la municipalidad capitalina. Se refirió al manejo que la administración del ex intendente Germán Alfaro hizo del Consorcio Metropolitano para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (Girsu). Al respecto dijo que lo administraron «como un almacén».
Albaca no dudo en afirmar que encontraron varias irregularidades, entre ellas cheques que en vez de depositarse se endosaban y se entregaban a terceros.
Si bien el ex intendente Germán Alfaro desmintió las denuncias, hay una causa judicial iniciada por la actual gestión que denunció «defraudación a la administración pública por administración fraudulenta». Además, recordó que la base de todo esto es el resultado de una auditoría general que se había encargado a la Universidad de Buenos Aires
La auditoría realizada detectó que al consorcio metropolitano de residuos, el municipio de San Miguel de Tucumán había pagado durante 2023 hasta el 1 de noviembre la suma de $ 5.900 millones, cuando en concepto de cuota para el tratamiento de los residuos sólidos tendría que haber pagado durante ese periodo era de $ 1.000 millones. Es decir, se detectó que se había pagado cinco veces lo que correspondía a haber pagado en concepto de cuota.
Se detectó que esos fondos excedentes, los $ 4.000 millones, se destinaban a supuestas obras o servicios tercerizados por el consorcio metropolitano. Es decir, se quería cortar el pasto y se contrataba al consorcio que paradójicamente no tenía empleados, ni plantas, ni capacidad técnica para hacerlo y por lo tanto subcontrataba a una cooperativa. Así se detectó que el 90% de esos gastos se aplicaron a solamente tres cooperativas”. Esto, en alusión a las cooperativas Benjamín Aráoz, 14 de Agosto y Juntos Seremos Más.
Según esa auditoría, estas cooperativas le habrían facturado $ 4.900 millones en casi un año al ente y, según los cruces de la actividad bancaria citados por Albaca, se le habrían depositado $ 2.900 millones. “Incluso se corrió traslado a estas cooperativas para ver si es que se le debía algún dinero y los presidentes de las cooperativas respondieron que no se les debía nada. Es muy raro que vos factures $ 4.900 millones y que te hayan pagado, los movimientos bancarios, solamente $ 2.000 millones y digas que no se te debe nada. Esto no solo es extraño, sino que permite ver un desmanejo en la cuestión financiera del consorcio y permite sospechar que hay una infinidad de actividades cuanto no irregulares, por no decir ilícitas”, afirmó el contador general del municipio.
Dentro de las cosas absurdas que se detectaron, por ejemplo se contrató al Consorcio de la Basura para realizar obras civiles que nada tienen que ver con el objeto por el que constituido. Por eso en el municipio afirman que aquel funcionó como una unidad de negocios.
Se observa que muchas de las irregularidades detectadas se producen en plena campaña electoral de Juntos por el Cambio. Esa coincidencia amplía más las sospechas sobre el ex intendente Germán Alfaro, quien demostró que este tema lo pone molesto y nervioso.
Las maniobras fueron tan burdas que algunos cheques se emitieron antes que se emitieran las facturas correspondientes, siendo este un requisito insalvable. Sin factura no se puede pagar una deuda, menos teniendo en cuenta los montos en juego.
Según el funcionario, cuando asumió la intendencia Rossana Chahla, se encontró con una deuda exigible de $ 5.000 millones. Además, siguen apareciendo proveedores que exigen el pago de deudas que no tienen ningún expediente que las respalde.
Al punto tal que una empresa que dice haber una obra de gas, que tiene solo la firma de un empleado municipal encargándola a la misma, que ahora reclama la suma de $ 45 millones. Un sainete que no tiene antecedentes.
