Los cuatro jugadores de Vélez acusados de abuso sexual pasaron la noche en la ex Brigada y conocieron un lugar que nunca imaginaron ni en los peores sueños. Acostumbrados a la buena vida, llena de atenciones y lugares cómodos pasaron a la lúgubre realidad de un calabozo.
Anoche, para hacer más llevadera la situación que debieron enfrentar les llevaron alimento, agua y ropa y tuvieron que armar un lista de necesidades.
Como el sistema penitenciario solo provee de comida a los condenados los familiares de los jugadores debieron encargarse de cubrir todas sus necesidades, desde alimentos hasta colchones y almohadas.
Muchas versiones salieron a la calle sobre lo que fue la primera noche en el calabozo para estos cuatro jugadores que nunca vivieron una situación así. La noche del abuso durmieron en los mullidos colchones del Hotel Hilton Abasto, con piso alfombrado y cortinas haciendo juego, rodeados de lujos.
Estuvieron alojados en un sector donde están los presos de menor peligrosidad, pero las condiciones son similares en todos estos lugares que se asemejan más al infierno que al cielo.
Seguramente anoche terminaron de ser conscientes de lo que habían cometido y habrán pensado que si les dictan prisión preventiva, mientras avanzan las investigaciones, sus vidas habrán cambiado por completo. Y el tiempo no vuelve para atrás.
Está previsto que la audiencia en la que se definirá la situación procesal de los cuatro jugadores se realizará mañana las 13.30 hs, la jueza que intervendrá en el expediente es Eliana Gómez Moreira.
