Mientras crecen los casos de pacientes con dengue que ponen en juego la capacidad de respuesta del sistema de salud, hay profesionales que pronosticaron que con el invierno se frenarán los nuevos contagios, sin embargo hay que decirlo esta afirmación no es rigurosa.
El Aedes Aegypti muere en temperaturas por debajo de los 10°. Por lo tanto en el invierno en Tucumán, que no tiene las características de otras zonas del país y mantiene temperaturas mas agradables, es difícil que las larvas mueran.
Por lo tanto los casos de dengue, no hay que ilusionarse falsamente, no van a desaparecer aunque sí se espera una disminución de contagios. Pero no por ausencia de mosquitos sino porque las personas en el invierno están más abrigadas entonces se encuentran más protegidas ante la posibilidad de picadura.
El otro aspecto que es necesario aclarar que no es tarde para ponerse la vacuna. Hubo profesionales que dijeron que se debería comenzar a vacunar el julio así cuando toque la segunda dosis en octubre las personas estén inmunizadas para el verano. También es una afirmación errónea porque todo depende de la zona del país en el que vivan las personas. Reiteramos que en provincias como Tucumán no se dan temperaturas tan bajas como para esperanzarse en la desaparición temporal del mosquito, estará presente todo el año.
La otra polémica que no tuvo una respuesta definitiva es si los gobiernos de las provincias donde hay muchos contagios de dengue deberían suministrar la vacuna gratuitamente a las personas que no pueden adquirirla. Lo deberían hacer. En Tucumán el gobierno no decidió vacunar gratis a las personas de bajos recursos, expuestas al dengue.
Aquellos que tienen obra social o prepaga deberían exigirles a sus prestadoras que le cubran por lo menos el 50% del costo de la vacuna. Haciéndolo se ahorrarían dinero, ya que es más caro cubrir los gastos de los afiliados cuando se contagian y más aún si necesitan internación.
Contagiarse de dengue es terrible. Afecta la calidad de vida mientras duran los síntomas. Las personas sufren y con ellas los familiares o personas que deben asistirlos. Modifica los hábitos cotidianos y trastoca la regularidad de los hogares. Por lo tanto hay que dejar de pensar que no es tan grave como el Covid. El dengue es un problema que hay que evitar tenerlo. No hay que subestimarlo.
