El presidente del Concejo Deliberante capitalino Fernando Juri, es heredero de la historia política de dos figuras destacadas del peronismo comarcano: Amado Juri y Fernando Pedro Riera, ambos fueron gobernadores. Aunque él nunca pudo llegar a ese cargo lo aspiró pero con modestos resultados. Solo pudo ser vicegobernador en el período 2003-2007.
Siempre presente en todas las etapas de la democracia desde el retorno de la misma en el año 83, vivió a costa de cargos públicos de los más variados a los accedió a unos por el voto popular y a otros no.
Cuando se desató la crisis del transporte público se mostró activo y preocupado, pero nunca se entendió qué propone. Escudado siempre en que es necesario dialogar y mantener relaciones que no terminan definiendo nada, solo pérdida de tiempo y oportunidades, sobrevive políticamente a todos los gobiernos.
Mientras el Concejo Deliberante tiene dos brasas calientes entre sus manos, una es el aumento del precio del boleto y otra es la licitación de distintas líneas de colectivos, Juri se distrae en cuanta actividad se le presenta.
Son momentos en que el cuerpo deliberativo debería estar concentrado en solucionar un tema tan delicado que involucra a más de 600 mil tucumanos que diariamente deben abordar el colectivo para trasladarse. Dependen del costo y la calidad del mismo. Esa es su única posibilidad para movilizarse.
Pero Juri, eternamente distraído de las cuestiones centrales, publicó en las redes sociales que formó parte del acto de lanzamiento del certamen «Señorita Independencia». Al que calificó como un evento con un «fuerte componente social, cívico, histórico y cultural».
En la publicación insólitamente afirma «Estamos viviendo momentos difíciles en el país y estas actividades son importantes porque tienen que ver con lo nuestro, con la argentinidad, la cultura y la historia de cada una de las 22 provincias que enviaron representantes; de esta manera se fortalece el federalismo que nos identifica como país».
Cabal muestra del desinterés por las cuestiones urgentes e importantes, el presidente del Concejo Deliberante ocupa sus días en temas que no hacen a las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos de la capital tucumana, atravesados por múltiples angustias con las que deben convivir, esperando que sus representantes les den una solución.
