Con el avance continuo de la tecnología, sobre todo en el mundo bancario, las transferencias o pagos de manera virtual son “moneda corriente” porque son instrumentos de envío de dinero utilizado por los argentinos, ya que facilitan múltiples transacciones.
Sin embargo, muchos usuarios de entidades bancarias no saben que hay palabras que no se deberían colocar como motivo de la transacción, ya que podrían generar inconvenientes a futuro.
Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT), colocar palabras que se puedan detectar como amenazas en los motivos en las transferencias puede hacer que se activen protocolos de prevención de actividades ilícitas.
Según la entidad, este mecanismo podría hacer que se cancele la operación y también se podría bloquear la cuenta. Algunas de las palabras que se deben evitar son:
– Asesinato
– Compra de armas
– Compra de droga
– Delito
– Evasión
– Fraude
– Hackeo
– Homicidio
– Lavado
– Prostitución
– Robo
– Secuestro
– Soborno
– Tirador
Según destaca el Banco Central de la República Argentina (BCRA), para poder realizar esta operación es necesario tener acceso con una caja de ahorro y conocer el CBU de la persona a la que se le quiere enviar dinero. También se puede utilizar el ALIAS, ya que cumplen la misma función, pero esta última es más simple de recordar y se puede personalizar a gusto del usuario.
La entidad central recuerda en su página oficial que las transferencias son libres de cualquier cargo o comisión, inmediatas, seguras, se pueden hacer desde cualquier lugar y están habilitadas los 365 días del año, las 24 horas del día.
La forma más simple de hacer una trasferencia es ingresar al home banking desde una computadora o un teléfono, dirigirse a la sección de transferencias, cargar el monto a enviar, el CBU o el ALIAS CBU del destinatario y listo.
Esta operación se puede realizar en pesos, dólares o euros en cajeros automáticos, aplicaciones de los bancos para celulares o home banking.
Por otra parte, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó el monto límite que se puede transferir por medio de las billeteras virtuales, sin necesidad de justificar de dónde viene el dinero.
La entidad estableció el monto en los $ 400.000 y en caso de superarlo, los involucrados podrían tener que justificar de dónde proviene el dinero.