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En Tucumán la protección del medio ambiente es una ficción

La mortandad de peces en el Río Salí es una foto que alarma, conmueve y nos debe llevar a acciones firmes para que no vuelva a ocurrir. No mueren por suicidio masivo, dejan de vivir por un cambio radical de las condiciones donde desarrollaban su vida. El agua fue contaminada y se le cambio la composición.

El Defensor del Pueblo de Santiago del Estero realizó exámenes del agua para analizar cuáles serán los pasos a seguir.

La escorrentía agrícola, las aguas residuales, la escorrentía superficial, los derrames químicos y los derrames de residuos peligrosos pueden conducir a la toxicidad del agua y a la muerte de los peces. no hay que buscar otras explicaciones que distraen y no conducen a la búsqueda de soluciones definitivas.

El miércoles, pescadores que se encontraban en la zona de La Bahía, filmaron por la noche cómo un brazo del río Salí arrastraba miles de ejemplares de sábalos, bagres, bogas, tarariras y dorados. Esas imágenes se repitieron el jueves en la desembocadura del cauce principal de ese torrente en el lago El Frontal.

Según los que frecuentan la zona sostienen que es la peor mortandad de peces que recuerde. Nunca vieron un espectáculo tan lúgubre. Es una situación que irrita y violenta la conciencia de quienes quieren vivir en un ambiente protegido por las autoridades.

En junio, en la misma zona, se registró un desastre ambiental de las mismas características y se confirmó que la mortandad la habían generado los ingenios Bella Vista, Concepción y Fronterita. Por eso se vuelve a concluir que la actividad azucarera es una desgracia para el medio ambiente. Generó beneficios a muchas familias relacionadas con los medios de producción del sector, pero la padecieron miles y millones de tucumanos.

La actividad azucarera y otras actividades contaminantes contaron durante décadas con la complicidad de gobernadores y funcionarios, sobre todo del área de medio ambiente. El desastre ecológico no hubiese llegado al punto que llegó sin complicidades. La venalidad fue la norma.

Los pescadores consultados indicaron que el desastre ambiental coincide con el fin de la producción de los ingenios de la zona. Le adjudican a las tareas de limpieza de los equipos las causas por las que los residuos se vierten al agua y trae estas consecuencias.

En Tucumán nadie le quiere poner el cascabel al gato. Siempre especulan con que los santiagueños reacciones y sean ellos los que hacen la tarea antipática de sancionar a los responsables. El Estado en nuestra provincia es una abstracción en materia de medio ambiente desde hace décadas.

Los peces pescados en aguas contaminadas pueden ser peligrosos para su salud. Comer peces contaminados con sustancias químicas, puede causar cáncer, deformaciones de nacimiento, daños al hígado y otros problemas serios de salud. Los contaminantes químicos en el agua provienen de diversas fuentes. la pregunta es quién se hace cargo de esto.