El Ministro de Desarrollo Social del gobierno Federico Masso, intentó explicar lo inexplicable. La policía investigando un delito se encontró con otro, mercadería destinada a las personas pobres estaba almacenada en una vivienda particular en una cantidad que es injustificable.
Masso ya tuvo que enfrentar un episodio similar a este a principio de año y estuvo envuelto en un verdadero escándalo y en ese momento prometió que iba a extremar los controles. En aquella oportunidad estaba bajo sospecha porque trascendió que había familiares del funcionario involucrado.
«Si hay algo que tiene este ministerio es que no escondemos nada y ajustamos los controles» dijo el funcionarios a los periodistas en conferencia de prensa.
El ministro expresó que esto no debe sorprender, porque se realizan entregas de mercaderías todos los meses. «Ya he afrontado una campaña en enero» se justificó. Interpreta que esto que se hizo público no es una irregularidad sino una intencionalidad política.
Masso se hace el distraído pero es insostenible, quiere tratar de explicar lo inexplicable. Sostiene que esa mercadería es la que se entregó para que se distribuya a los comedores. Busca deliberadamente ignorar que se le da un uso político a las entregas, va a los amigos. Además, se vende inexorablemente. Detrás de las entregas a quienes lo necesitan se esconde un mecanismo perverso que a nivel nacional el gobierno de Milei desarmó y terminó presentando denuncias penales contra dirigentes sociales.
