Luego de un año y medio de pasar en el Penal de Villa Urquiza el ex Fiscal Carlos Albaca, podrá continuar con la detención domiciliaria.
Fue condenado a seis años de prisión por incumplimiento de los deberes de funcionario público e encubrimiento agravado en relación con el crimen de Paulina Lebbos.
Este nefasto personaje tenía en sus manos la investigación del femicidio y dejó destruir pruebas y procrastinó de tal manera que el tiempo comenzó a ser el mayor aliado del protagonista de la muerte de la joven estudiante de periodismo y madre de una hija.
Fue una cadena de la sucesión de acontecimientos que lograron encubrir al autor de esta muerte que conmocionó a toda la provincia. Todo lo que hizo fue parte de lo planificado desde el más alto nivel político y judicial, cuando en Tucumán gobernada el mayor «garca» que ocupó el poder Ejecutivo de Tucumán, estamos hablando del condenado por violación José Alperovich.
Ahora el indecente Albaca podrá volver a su casa ubicada en Chacabuco al 100 para cumplir lo que le queda de condena.
La medida la tomó la jueza Ana María Iácono a pedido de la defensa de Albaca. El argumento del pedido es la necesidad de un entorno adecuado para el tratamiento médico que requiere.
Era la quinta vez que pedía la defensa el arresto domiciliario. Es que este sinvergüenza y dañino de la moral pública tiene 72 años y tiene una salud débil como sus convicciones morales.
Trascendió que fue operado de cataratas y se encuentra en proceso de recuperación. También debe tratar una afección conocida como maculopatía húmeda, la cual puede resultar en visión borrosa o ceguera central. Algo que no lo afectaría mucho en su vida diaria ya que nunca quiso ver la realidad tal cual es.
La jueza ha establecido que la prisión domiciliaria será revisada periódicamente, con la posibilidad de una extensión hasta diciembre, dependiendo de los informes médicos que serán supervisados por un perito judicial.
Hay que recordar que durante el juicio el fiscal Gerardo Salas destacó la “desidia” que había caracterizado el procedimiento, mencionando la demora en la realización de pruebas genéticas y el manejo ineficaz de las pistas relacionadas con el caso.
No fue el único condenado por encubrimiento pero los otros que corrieron la misma suerte, que ocupaban altos cargos en el área de seguridad, ya han recuperado la libertad o gozan de beneficios como la libertad condicional.
Fue tan nefasto el proceder de los condenados, que hasta el día de hoy, habiendo transcurrido 18 años, la sociedad no conoce al autor del femicidio ni a sus cómplices del hecho.
En 2019, un tribunal ordenó que se profundizara la investigación, mostrando interés en dos individuos específicos que podrían estar relacionados con el caso: César Soto, ex pareja de la víctima, y Sergio Kaleñuk, vinculado a figuras relevantes en la política provincial.
A pesar de los avances en la investigación, la resolución final del caso aún parece lejana, con la posibilidad de que el juicio correspondiente no se lleve a cabo antes del próximo año.