Después de más de cinco años de frenéticos trabajos de reconstrucción, la Catedral de Notre Dame mostró su nuevo aspecto al mundo el viernes, con techos altos reconstruidos y una cantería cremosa como nueva que borra los sombríos recuerdos de su devastador incendio en 2019.
Las imágenes transmitidas en vivo de una visita al sitio del presidente francés Emmanuel Macron mostraron el interior de la icónica catedral como podrían haberlo experimentado los fieles en la época medieval, sus amplios y abiertos espacios llenos de luz brillante en un día de invierno fresco y soleado que iluminaba los vibrantes colores de las vidrieras.
Afuera, el monumento sigue siendo un sitio de construcción, con andamios y grúas. Pero el interior renovado —mostrado en todo su esplendor el viernes por primera vez antes que el público pueda volver el 8 de diciembre— resultó ser impresionante.
Los canteros arreglaron los techos arrasados Ya no están los enormes agujeros que el incendio abrió en los techos abovedados, dejando montones de escombros carbonizados. Nueva cantería ha sido cuidadosamente ensamblada para reparar y llenar las heridas que habían dejado el interior de la catedral expuesto a los elementos. Delicados ángeles dorados observan desde el centro de uno de los techos reconstruidos, elevándose nuevamente sobre el transepto.
Las paredes de piedra caliza de color crema brillante de la catedral parecen nuevas, limpias no sólo del polvo del incendio sino también de la suciedad que se había acumulado durante siglos.