Categorías
Noticias Sociedad

Crecen las certezas sobre el daño de los pesticidas

Una revisión de 233 investigaciones publicadas en Latinoamérica durante los últimos 15 años encontró “evidencia consistente” de que la exposición a pesticidas daña el material genético en niños y adultos mediante alteraciones cromosómicas y muerte celular, además de asociarse con desórdenes neuroconductuales.

Los plaguicidas que se usan en el campo también pueden actuar como disruptores endócrinos, le dijo al sitio SciDev.Net la investigadora Gabriela Rovedatti, que mencionó además síntomas cardiorespiratorios y dermatológicos en agro-aplicadores, y posibles complicaciones durante el embarazo.

La evidencia recopilada por la revista Environmental Health Perspectives no resultó concluyente para problemas reproductivos, de bajo peso natal, malformaciones congénitas y cáncer. Sin embargo, “los pocos artículos publicados indican una probable asociación entre la exposición de los padres -antes, durante y después del embarazo- y el riesgo de leucemia infantil”, explicó Ana María Mora, una de las autoras. 

Estudios bajo la lupa

Las investigaciones sobre plaguicidas no suelen medir la exposición ni evaluar sus efectos de la misma forma. Algunas usan vías indirectas, como cuestionarios, y otras buscan biomarcadores (presencia de sustancias químicas). También se critica la escasa cantidad de estudios sobre la exposición a productos de uso extendido, como el glifosato, y sobre los efectos de las mezclas de distintos componentes.

Los habitantes de las zonas afectadas siguen reclamando a los científicos que recolecten evidencia sobre el tema. Hace una década, integrantes del Laboratorio de Genética y Mutagénesis Ambiental de la Universidad de Río Cuarto intervinieron como testigos en el primer juicio en Latinoamérica por la contaminación ambiental por fumigaciones con agroquímicos.

Fue en el barrio Ituzaingó, cerca de la ciudad de Córdoba, donde se registraron 169 casos de cáncer entre los 5.000 vecinos. Aunque no pudo trazarse una correlación directa, en 2012 el tribunal condenó a un agricultor y a un piloto por los daños causados por la aplicación de glifosato.

Con vistas a prevenir estas situaciones, Mora recuerda la importancia de que los agricultores usen equipo de protección y reciban entrenamiento sobre el manejo de plaguicidas. Otras recomendaciones son cerrar puertas y ventanas durante las fumigaciones, que idealmente deberían realizarse de noche y sin viento, para evitar los efectos de deriva.

También destaca la importancia de promover alternativas de alimentación sustentables, ya que “muchas veces, cuanto más bonitas se ven frutas y verduras, es porque más plaguicidas se usaron”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *