La CGT relanzó ayer su mesa política destinada a ganar protagonismo en la elección del año que viene y en particular en el armado de las listas del PJ con una defensa de las primarias (PASO) como herramienta virtuosa para dirimir candidaturas frente al temor de un armado a la medida de Cristina de Kirchner. Lo hizo durante una sesión de la Mesa Nacional Político Sindical Peronista en la sede del gremio de albañiles (UOCRA) a la que asistió una treintena de organizaciones gremiales pero no los espacios que lideran Pablo Moyano y Sergio Palazzo. El encuentro también confirmó el rechazo de los sectores más tradicionales de la central a un aumento salarial por decreto y la validación de las paritarias.
El debate, que anticipó ayer este diario, apuntó a solidificar un ámbito de lobby que la CGT espera utilizar para insertarse en la discusión del peronismo mediante la articulación con dos actores principales: los gobernadores y los movimientos sociales que integran el Frente de Todos. Aunque los participantes ayer se ocuparon de aclarar que la iniciativa es de los sindicatos y no de la central obrera, el impulso corre por cuenta de los “gordos” de los grandes gremios de servicios, los “independientes” de buena relación con todos los gobiernos y de Luis Barrionuevo. Quedaron al margen de la convocatoria el Frente Sindical de Moyano y la Corriente Federal de Trabajadores, dos espacios alineados con el kirchnerismo.
La reivindicación de las PASO podría interpretarse linealmente como un apoyo a Alberto Fernández pero en rigor tiene más que ver con la preocupación por un nuevo “dedazo” de la vicepresidenta como sucedió en las últimas elecciones, en las que las únicas incorporaciones de postulantes de extracción sindical se dieron por exclusiva determinación de Cristina sin pasar por los estamentos de la CGT. No obstante ayer los presentes no hablaron de nombres en la interna del Frente de Todos ni de eventuales candidatos por los gremios.
Participaron dos de los secretarios generales de la central, Héctor Daer y Carlos Acuña, junto con el adjunto, el estatal Andrés Rodríguez (UPCN), el dueño de casa, Gerardo Martínez y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias); también, Rodolfo Daer (Alimentación), Argentino Geneiro (gastronómicos), Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad), Mario Caligari (colectiveros, UTA), Alejandro Amor (municipales porteños), Julio Piumato (judiciales), Jorge Sola (seguros), Carlos Frigerio (cerveceros), Hugo Benítez (textiles), Carlos Bonjour (entidades deportivas y civiles), Ricardo Cirielli (técnicos aeronáuticos), Rubén Aguiar (panaderos), Roberto Passo (trabajadores del ACA), Ezequiel Tosco (informáticos), Carlos Cejas (seguridad privada), Julio Rodríguez (supervisores metalúrgicos), Oscar Rojas (maestranza), Julio Estévez (jerárquicos de AFIP). Entre los treinta sindicatos sólo asistió una mujer, María Villariño, del espectáculos públicos (Sutep).
Si bien buena parte de los expositores insistió en postulados que quedaron en desuetudo como el que establece que al movimiento obrero le corresponde un tercio de las candidaturas del peronismo, o que se trata de “la columna vertebral” del partido, otros se manifestaron menos optimistas con el resultado de la iniciativa. Rodolfo Daer, por caso, admitió que el sindicalismo atraviesa una etapa de descrédito que alcanza a la clase política en general y que antes de pujar por candidaturas el partido debería recrear expectativas en las masas populares. Lingeri sonó más prosaico: “muchachos, nadie nos va a dar bola”. Mientras que Maturano, que venía de protagonizar un paro de trenes el martes con desconocimiento de la conciliación dictada por el Gobierno incluida, tuvo frases impiadosas para toda la coalición gobernante, la misma de la que la CGT espera la concesión de lugares.
Las PASO representan “la manera más democrática y transparente para la elección de los candidatos y el fortalecimiento de las estructuras político partidarias permitiendo la participación de los diferentes sectores que la conforman”, señala un documento difundido al término del encuentro. Y respecto de las discusiones salariales: “se remarcó que los trabajadores no quieren aumentos por decreto y que la herramienta de negociación paritaria es el instrumento más idóneo y beneficioso para las recomposiciones”.