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Juez controla el Tribunal de Cuentas de Llaryora y asume el rol de jefe de la oposición en Córdoba

Minutos después de finalizado el escrutinio definitivo que confirmó la victoria de Martín Llaryora en la Gobernación y de Juntos por el Cambio en la Legislatura y el Tribunal de Cuentas, Luis Juez volvió a ponerse el traje de jefe de la oposición.

Lo hizo porque tiene una ventaja objetiva sobre otros dirigentes opositores: dos espadas suyas -Fernanda Leiva y Beltrán Corvalán- asumirán en el Tribunal de Cuentas de la Provincia, el organismo de control que debe aprobar el balance 2023 del Gobierno provincial, el último de Juan Schiaretti, y que es vital para el funcionamiento del Estado.

Después de 10 días de las elecciones, Juez admitió finalmente lo que anticipaban datos parciales y las planillas de los fiscales: con 871 mil votos cosechados, Llaryora se impuso por 3,3 puntos. «Me faltó una semana de campaña», dijo. No está claro si se trató de una declaración de forma o una crítica a Rodrigo de Loredo, su socio, quien estiró la definición de la interna hasta el filo de los nervios de Juez, algo que siempre reclamó en público y privado el senador.

Pese a la derrota de Juez, Juntos por el Cambio ganó el tramo de legisladores por la lista sábana (se quedó con 20 de 44, la misma cantidad que el peronismo y sus aliados) y en la mitad de los 26 departamentos (13 bancas), un esquema de paridad absoluta en la Unicameral.

Juez anticipó que exigirá el tratamiento legislativo de la «agenda social» que impulsó durante la campaña. El punto más crítico de la misma es una recomposición salarial para los 100 mil jubilados provinciales, algo que Juez prometía hacer de manera gradual si ganaba la elección, pero que ahora podría exigir que sea con total celeridad.

Juez controla el Tribunal de Cuentas de Llaryora y asume el rol de jefe de la oposición en Córdoba

El martes, 24 horas antes de que cierre el escrutinio, Juez se juntó con el Foro de Intendentes Radicales, otro esquema de poder opositor que se verá reforzado desde diciembre: en el balance final de las elecciones de este año, el radicalismo habrá recuperado varias municipalidades. De hecho, el 23 de este mes Rodrigo de Loredo se juega la posibilidad cierta de quedarse con la de Córdoba, que tendrá un presupuesto cercano a los 500.000 millones de pesos para el año que viene.

Si gana De Loredo, como anticipan en su entorno tras la consulta de encuestas, se abrirá una discusión respecto de quién es el jefe. Hasta tanto, Juez porta ese traje, el que más veces lució en su vida política. La recuperación de Juez en esta elección es notable: se había quedado con su banca en el Senado y dos en el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba. Desde diciembre tendrá, además de su escaño en el Congreso, seis bancas en la Legislatura (de 33 que tiene Juntos por el Cambio), al menos cuatro en el Concejo Deliberante capitalino (de 16 que lograría Juntos por el Cambio si gana De Loredo) y los dos tribunos de Cuentas. Podrá reclamar, además, otras sillas en agencias del Estado y organismos de control. Un músculo que no tenía hasta el 25 de junio.

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